El columnista del diario The Guardian Simon Jenkins cuestionó ayer el control del Reino Unido sobre las Islas Malvinas al que calificó como ‘injustificable’, a pocos días de la entrega de la soberanía del archipiélago de Chagos a las Islas Mauricio.
Fue a través de un texto titulado ‘Gran Bretaña debe abandonar sus delirios de imperio: renunciar a las islas Chagos es un buen comienzo’. Allí, Jenkins hizo énfasis no solo en Malvinas, sino también en Gibraltar.
Para el periodista, ‘el costo de algunos se ha aliviado porque Gran Bretaña les ha permitido convertirse, después de los estados del Golfo, en los mayores paraísos del mundo de riqueza ilegal, sin origen y sin impuestos’. En esa línea, Jenkins profundizó detallando: ‘El ‘agujero negro’ de 22.000 millones de libras de Rachel Reeves existe en realidad en algún lugar entre las Islas Caimán y las Islas Vírgenes Británicas’. En este marco, indicó que Gibraltar y Malvinas siguen siendo ‘dependencias problemáticas’.
‘Que Gran Bretaña haya permitido que Gibraltar, tomado como base militar en 1704, agriara las relaciones con España es más que absurdo’, dijo. Mientras que sobre Malvinas, argumentó: ‘Lo que se olvida es que antes de la invasión argentina en 1982, Margaret Thatcher estaba negociando una transferencia, a pesar de la resistencia de los isleños’. Y finalizó: ‘Defender a los 3600 habitantes de las islas ahora le cuesta a Gran Bretaña unos 60 millones de libras (US$78 millones) al año. Esto es injustificable. El único futuro para las islas que tiene sentido económico está en su territorio continental adyacente’.