Vive el fútbol a pleno. Terminó de jugar y se fue sola a la tela que limita la cancha sin hablar con nadie. Había perdido con su Atenas de Pocito. Un partido de la categoría 2012. Ante Unión de Villa Krause. Un choque reñido hasta el mismo final. Pasaron unos minutos y ya estaba, más tranquila, conversando con DIARIO DE CUYO. Contando feliz que a fines de este mes (el 25 para ser más precisos) se va a la ciudad de Rosario. A jugar en el equipo femenino de Newell’s Old Boys. Se llama Paz Molina. Tiene 12 años. Es nacida y vive en Carpintería y de fútbol sabe un montón…

Postura de crack. Paz le da de zurda para habilitar a un compañero. La piba es la imagen del fútbol.

“Me voy a Rosario porque mi papá (Cristian Molina) jugó allá. Y se fue justo también con 12 años. Llegó a jugar en Reserva. Con algunos famosos como Maxi Rodríguez y Leo Ponzio, allá por el año 2001. Después tuvo que volverse y no pudo jugar en Primera División. Espero que conmigo sea distinto y llegue a jugar con las mejores”, dice Paz a la que le brillan los ojos cuando le da forma a sus sueños.

“Yo soy de Carpintería pero como de allá no se presentó ningún equipo en este Mundialito me llamaron de Atenas y les dije que no tenía problemas. ¿Si es problema jugar contra varones? Para nada. Ahora hombres y mujeres somos parecidos. Sólo hay que ponerse firme cuando te vienen a marcar y listo. Hoy estuvimos cerca. Ahí nomás pero bueno perdimos y hay que aceptarlo. El fútbol es mi vida. Yo ya me fui a probar a Newell’s y me eligieron. Me dijeron que vuelva ahora a fin de mes para que sea parte del equipo. Estoy contentísima. me voy con mi mamá y mi hermanito. Por ahí él tiene más adelante otro lugar en Newell’s (risas)”.

Su vida. Paz haciendo “payanitas”. Ella, en la cancha, es una más entre los varone

Paz tiene 12 años y ya terminó la escuela primaria. Sabe que irse a Rosario será no sólo jugar al fútbol sino también seguir estudiando, en este caso ya en el secundario. “Siempre he jugado en el mediocampo. De volante, que puede ser al medio o al costado. Creo que el secreto es saber cuidar la pelota y tocar al compañero mejor ubicado”, cuenta la propia jugadora.

Es alta para su edad (mide 1,68 mt) y con un cuerpo que se nota fortalecido muscularmente. Ya jugó en la primera división del equipo femenino de Carpintería y eso la hace tener experiencia sobre el resto.

“Apenas llegue a Rosario empezaré la pretemporada con Newell’s. Estoy muy entusiasmada” – Paz Molina

“A veces en el fútbol no sale lo que vos pensás. Uno se da poca cuenta de los errores que cometió y casi nunca se pone a pensar para no hacerlo de nuevo. Y, si ganás, todo es alegría y menos todavía piensa en cómo mejorar. Me enseñaron que en el fútbol tengo que ir despacio y así trato de hacerlo. Yo sé que en Rosario se juega a otro nivel pero es cuestión de esperar a conocer a todos y dar todo lo que uno sabe y puede. Es como dije, el fútbol hay que vivirlo con todo si nos gusta”.

Conciente de sus palabras, Paz no duda en decir de qué equipo es hincha: “Soy de Boca. Siempre me gustó Boca. Y veo que las chicas de Boca son las campeonas en la Argentina. Sería un sueño poder jugar algún día allí. Pero eso es más adelante. Ahora estoy con Atenas en este Mundialito y sólo quiero ganar y disfrutar con mis compañeros. Desde el 25 de enero estaré en Rosario y en ese momento pensaré en otra cosa y veremos como sigue. Igual, el fútbol es mi vida…