Fueron unos policías que patrullaban la zona a eso de la 1,45 de ayer los testigos privilegiados del siniestro. Según su versión, transitaban por Pellegrini cuando vieron, a unos 200 metros, un auto que circulaba hacia el Norte, se desvió hacia su mano derecha apenas pasó la calle Yornet y, luego de un volantazo, se cruzó de carril y enfiló derecho hasta el tronco de un eucalipto en otro lado de la calle. Cuando se acercaron a ver si algo podían hacer, se dieron cuenta en el acto de que, a pesar de la inmediatez de su presencia en el lugar, ya nada se podía hacer.
Mauricio José de Mula se llamaba ese hombre, que tenía 54 años y conducía un Nissan Tiida que, al parecer, es de su hijo.
La autopsia reveló luego que el automovilista murió a causa del siniestro y no previamente por algún problema orgánico, indicaron fuentes judiciales. Esta prueba y la mecánica del accidente, los llevan a suponer que no intervino nadie más y el fatal desenlace fue por una falla humana.
El fallecimiento de De Mula, fue el segundo del fin de semana en el que un conductor pierde el control del vehículo que guía y se estrella contra un objeto. El sábado en la tarde, en calle Rodríguez e inmediaciones del callejón Blanco, Chimbas, un siniestro muy similar le había costado la vida a Juan Osvaldo Jofré, un hombre de 35 años que conducía una Zanella 150cc cuando se desestabilizó por sus propias maniobras y se estrelló contra un poste.
Ambos casos son investigados por la UFI de Delitos Especiales que dirige la fiscal Agostina Ventimiglia, con los ayudantes fiscales Maximiliano Gerarduzzi y Gemma Cabrera, policías de Homicidios y peritos de Criminalística.