Los especialistas de todo el mundo encienden alarmas en forma permanente por el aumento de la obesidad en la población. Se podría decir que es casi imparable, por lo que el trabajo a nivel internacional no cesa en este sentido. Así es que por consenso de 58 expertos de todo el mundo que representan a múltiples especialidades médicas y países, tras profundas investigaciones redefinieron la obesidad como una enfermedad multifactorial y la ubicaron en dos estadíos como un marco práctico para el diagnóstico y las políticas sanitarias.
Por un lado citan la “obesidad preclínica”, que está caracterizada por un exceso de grasa corporal sin manifestaciones evidentes de disfunción. Por otro, a la “obesidad clínica”, es decir cuando las personas tienen signos de daño orgánico o limitaciones funcionales.
Todo esto fue publicado en la prestigiosa revista británica de medicina “The Lancet Diabetes & Endocrinology”, el 14 de enero último.
En San Juan, la doctora María Angélica Chiappa, especialista en Nutrición Clínica, especializada en Obesidad, Diabetes, Cirugía Bariátrica y miembro de la sociedad Argentina de Nutrición, dio a conocer todo lo que hay que saber entendiendo siempre que la Obesidad es una enfermedad que debe ser tratada por un equipo multidisciplinario.
– ¿Qué se entiende por obesidad y cómo se ha redefinido a nivel mundial?
Lo primero que hay que saber es que es una enfermedad crónica cuyo órgano enfermo es el tejido adiposo, es una adiposopatía que genera otras enfermedades. Hace un tiempo que ya se viene trabajando en la redefinición de la obesidad. El punto de esto está en el tejido adiposo, es decir que si alguien tiene una composición corporal con exceso de masa adiposa padece obesidad, y no de grado 1, 2, 3 o 4 como veníamos diciendo, sino que se saca la idea del pesocentrismo. ¿Por qué? Porque el IMC -peso-talla- (Indice de Masa Muscular), y la balanza ya no son tan precisos para hacer un diagnóstico correcto de la enfermedad ya que no pueden definir la composición corporal de un paciente. No me pueden decir como es la distribución ni la cantidad de masa adiposa, por lo que contamos para la consulta con otras técnicas para ver el impacto de la masa grasa, como por ejemplo la medida de la cintura; de la cintura cadera y cintura talla. Así es que se la definió en dos etapas. La preclínica, que es cuando hay infiltrado graso pero que no generó daño en los tejidos ni en los órganos, mientras que la obesidad clínica ya presenta síntomas o dificultades en el paciente como por ejemplo para caminar, o le duele la cadera, o le falta el aire, en otras palabras, ya pone en riesgo la salud del individuo. En esta instancia el paciente es más propenso a padecer enfermedad cardiovascular, ACV y enfermedad renal. Por supuesto que en ambos casos se hacen laboratorios para redefinirlas y actuar.
-¿Cómo se trabaja en la etapa preclinica?
Teniendo en cuenta que estamos hablando de una enfermedad crónica, en la parte preclínica se hace un seguimiento para tratar de evitar que se dispare una diabetes, hipertensión o lo que fuere. Y si se dispara lo tomamos a tiempo. Por eso redefinirla es tan importante para que a la vez se puedan generar nuevas políticas de salud; para no estigmatizar a los pacientes; para no culpabilizarlo y para que todos puedan tener acceso a un tratamiento personalizado y entender que es una enfermedad y hay un tratamiento para cada persona. Eso es lo más importante
-¿La obesidad siempre presenta síntomas?
Es una enfermedad crónica que da o no síntomas, pero tenés que darte cuenta que la tenés para no llegar a otras enfermedades. Cada paciente es único y debe tener atención personalizada. De hecho el IMC no tenía en cuenta las etnias, ya que no es lo mismo un oriental que un occidental y tampoco diferencia masa muscular de masa grasa. No es lo mismo un rugbier que puede tener el IMC más alto y le da como resultado obesidad y en realidad tiene más músculo que grasa. Puede suceder al revés, que llegue alguien con un índice dentro de lo “normal” y puede tener un tejido adiposo que empezó a infliltrarse en otros órganos y comienza a generar diabetes, hipertensión, cáncer, entre otras.
-¿Podría decirse que se cambió la tabla del IMC por la medida de la cintura?
Eso estuvo siempre, lo que hay que hacer es una consulta para saber si hay obesidad. No queremos decir mucho sobre los diámetros para que la gente no se quede pegada con esto. Es una enfermedad y como tal hay que consultar con el especialista.
-¿En qué momento un padre o una madre con su hijo, o un adulto, debe acudir a la consulta?
Desde que se advierte ya que debemos entender que es algo crónico y necesita la contención de un equipo de especialistas para estar controlado. Dependerá de cada persona el tratamiento a seguir siempre tratando que no pase del estadio preclínico a clínico.
-¿Cuáles son los principales factores a tener en cuenta para evitar ese paso?
En el estadío preclínico se debe tratar de controlar el estilo de vida y realizar controles en laboratorio para evitar su avance. Acá uno de los temas es que mucha gente cree que ser obeso es tener 200 kilos, tanto que llegan personas al consultorio diciendo que tenían una pancita chiquita y ahora creció. Ahí ya se dispararon un montón de cosas, aparecen los dolores y algunas complicaciones, es decir que llegan con obesidad clínica. Consultar a tiempo es muy importante para evitar enfermedades. Otra cosa a tener en cuenta es que hay que parar de culpabilizar al paciente y decir que está gordo porque come, no es así, el paciente está enfermo y como tal hay que tratarlo siempre. Un ejemplo es quien se practica una cirugía bariátrica, baja de peso y vuelve a obesidad preclínica, pero no se cura, debe seguir controlándose para no volver al estadío clínico.
-¿Es preocupante el aumento de la obesidad en el país?
El crecimiento es exponencial en todo el mundo.
-¿Cuáles son los factores que favorecen este vertiginoso aumento?
El 70 por ciento responde a factores medioambientales y el 30 por ciento a factores genéticos. En los primeros se incluye la sobre oferta de comida ultraprocesada, la inactividad física programada, el sendentarismo, la falta de horas de sueños, el estrés, entre otros.
-¿En Argentina ya es catalogada como enfermedad?
No aún no. Hay un grupo de médicos que está luchando en el Congreso para lograr que los proyectos presentados se conviertan en ley y la obesidad sea reconocida como enfermedad y no como factor de riesgo.
El dato
Dra. María Angélica Chiappa. Especialista en Nutrición Clínica. Especializada en Obesidad, Diabetes, cirugía Bariátrica.
Atiende en Clínica Kronos: Santa Fe 264 Oeste.
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