Milagros Olivares (22 años) no tuvo una muerte violenta en un hotel alojamiento de Capital, el jueves por la noche. Y, en consecuencia, su pareja, Gonzalo Fernández, recuperó su libertad sobre el mediodía de ayer a pedido del fiscal coordinador de la UFI de Delitos Especiales, Iván Grassi, dijeron ayer fuentes judiciales.
La decisión de Fiscalía tuvo estrecha conexión con el resultado de la autopsia, cuyas conclusiones preliminares indican que la joven arrastraba un problema en una de sus trompas de falopio. Que ese órgano sufrió una suerte de torcedura, causándole un dolor tan grande, que desencadenó el típico cuadro conocido como ‘abdomen agudo’ y un paro cardíaco que resultó irreversible. ¿Cómo se explica que encontraran una importante cantidad de sangre expulsada por los genitales de la víctima?. Según fuentes judiciales, fue porque en el momento del letal shock orgánico, también comenzó a menstruar.
Los expertos creen que ‘el acto sexual no tuvo ninguna incidencia directa’ en el fatal desenlace.
Las dudas sobre lo que le había ocurrido a la joven surgieron precisamente, porque todo ocurrió cuando empezó a mantener relaciones sexuales con ese joven al que había conocido hacía un mes atrás.
Todo pasó alrededor de las 21 del jueves en el hotel que ella misma pagó para tener intimidad, ‘Misterio’, situado en avenida España, entre General Paz y 9 de Julio. La principal versión que maneja Fiscalía es que unos 10 o 15 minutos después del ingreso, el joven salió llorando y a los gritos a pedir ayuda, porque su pareja había sufrido una suerte de convulsión, con pérdida de sangre y vómitos.
Instantes después se llenó de policías y un equipo de peritos e investigadores al mando del fiscal Grassi y la ayudante fiscal Victoria Martin.
El resultado de la autopsia es clave para el futuro del caso, porque ahora se considera seriamente que la investigación debería ser archivada.