A pesar de los esfuerzos oficiales que se están realizando para mejorar el sistema de seguridad en toda la provincia, mediante la compra y reacondicionamiento de equipamiento, la comunidad sanjuanina sigue solicitando mayor presencia policial en determinados sitios, ante la gran cantidad de delitos que se vienen perpetrando. La mayoría de las personas damnificadas coinciden en que la Policía de San Juan no está haciendo prevención del delito, que tendría que ser el objetivo principal de la acción policial, y que actúa en función de los hechos consumados cuando ya no hay forma de volver atrás y hay que ir detrás de los delincuentes para intentar atraparlos y ponerlos a disposición de la justicia. Un accionar que no es el ideal porque no evita que el hecho de inseguridad se concrete.
Uno de los primeros sectores en dar su voz de alerta fue el de los choferes de colectivos que ante los ataques en horas de la noche, en lugares como La Bebida, en Rivadavia, solicitaron que un efectivo policial viajara en las unidades en protección de la misma, de los choferes y de los pasajeros.
El otro pedido de mayor vigilancia es de los vecinos de varios tradicionales barrios del gran San Juan, que a menudo son víctimas de robos, especialmente en horas de la noche o durante los fines de semana, en los que las familias salen dejando sus casas solas y con mínima protección. Las barriadas con mayor actividad dentro del mapa de la delincuencia están en las zonas de Desamparados, Concepción, Rivadavia en las inmediaciones del Barrio Aramburu, en Rawson cerca del Barrio La Estación, Villa San Damián y Barrio Capitán Lazo. En Chimbas, los lugares más peligrosos son los barrios cerca de la Costanera y en Santa Lucía, la zona comprendida por las inmediaciones del Barrio Balcarce y cerca del Club Amancay. Esto no quiere decir que no haya otros tantos lugares iguales o más peligroso, en los que los vecinos sienten que la presencia policial es insuficiente.
El sector comercial de estas zonas, también ha elevado su voz de reclamo y ha pedido que se observe un poco más la presencia de la policía en las calles de común acuerdo con las policías municipales de cada jurisdicción. Es muy importante que ambas fuerzas de seguridad se complementen en la acción disuasiva y que los efectivos se animen a intervenir cada vez que la gente los convoca u observen una actitud sospechosa en cualquier ámbito.
Con una policía que haga de la prevención del delito el objetivo de su accionar, se estará anticipando un hecho delictivo y evitando pérdidas materiales y humanas que, cuando el delito ya se ha cometido, suelen ser inevitables.
