Dentro de las políticas de desregulación que está aplicando progresivamente el Gobierno nacional, hace unos días habilitó que los medicamentos de venta libre puedan ser exhibidos directamente en las góndolas de las farmacias, pudiendo también algunos de ellos ser adquiridos en otros puntos de venta como kioscos, almacenes o supermercados.

De esta manera, a través del decreto 1024/2024 firmado por el presidente Milei y el ministro de Salud, Mario Lugones, vuelve a otorgarse a la población la posibilidad de comprar determinados remedios sin solicitarlos al farmacéutico o sin la intervención de intermediarios. Con la nueva normativa, habrá productos farmacéuticos sin receta que podrán ser exhibido y adquiridos directamente desde las góndolas de las farmacias. Respecto de los medicamentos que podrán adquirirse en kioscos, almacenes o supermercados, corresponden a dos tipos de remedios, los antiácidos y los analgésicos.

Uno de los objetivos de esta medida según el propio Gobierno nacional es la de fomentar la competencia de precios, por eso se llega a desregular la venta con la única restricción vigente que es la de prohibir la venta a menores de edad.

Si bien es cierto que esta desregulación va a resultar muy cómoda para la mayoría de la gente ya que podrá adquirir analgésicos y antiácidos junto a la compra habitual en almacenes o supermercados, también facilitará a las poblaciones rurales o alejadas tener la posibilidad de comprar mucho más cerca de sus viviendas estos medicamentos que en ocasiones solucionan problemas básicos de salud como puede ser la fiebre en un niño o un adulto.

Los kioscos, almacenes y supermercados que pretendan vender los antiácidos y analgésicos, deberán ajustarse a una serie de disposiciones que deberán ser controladas permanentemente para evitar que caigan en irregularidades. Desde aspectos legales vinculados al lugar en que se expenderán los medicamentos, hasta condiciones de almacenamiento que incluye higiene, seguridad, amplitud, luz y ventilación, como también la imposibilidad de fraccionar envases o contenidos ni vender esos productos a menores de 18 años, figuran entre los puntos que se tienen que controlar para evitar irregularidades en las ventas.

Será una buena oportunidad para controlar el funcionamiento de esos comercios minoristas, especialmente los kioscos en los que en los últimos tiempos se ha observado un abuso en el precio establecido para algunas de sus mercaderías. Todos conocen que comprar algo suelto en un kiosco como cigarrillos o pilas para aparatos electrónicos implica pagar varias veces el precio real que tienen esos productos.

Un sinceramiento en los precios, como esto que se va a lograr con los medicamentos de venta libre, es lo que va a ayudar a seguir conteniendo la inflación, mejorando las condiciones económicas para todos.