Y un día, después de 84 años, tenía que ser. Y así fue para el Atlético Marquesado que en el Día del Amigo escribió la página más rica de su leyenda al quedarse con el Torneo de Invierno. Fue por penales, con las emociones a flor de piel. Con ese sufrimiento que tanto conmueve y que termina agigantando todo. Lo empezó ganando en los 90` con un golazo de Roberto Cortez. Después, se lo empató Zondina con un cabezazo de Avila y en los penales, el suspenso se estiró. Porque en la serie de cinco, empataron 4-4 y recién en el octavo escalón, llegó el momento de la gloria para un Marquesado que buscó este momento en medio de la adversidad.

De fiesta. Marquesado se hizo fuerte en las adversidades y terminó el Invierno con alegría para su gente.

El inicio mostró lo que todos esperaban. Zondina con la presión, manejado por Lepe y Muñoz y enfrente Marquesado al acecho. Tuvo una clara Gonsález en ese arranque pero resondió Olivares. Y claro, a los 17′ los del Oeste armaron una contra sensacional que encabezó Roberto Cortez, se estiró en Jorge Olivares para terminar después en la exquisita definición del 10 del Tricolor que desató el delirio en el Bicentenario. Lo que quedó del primer tiempo fue para ver cómo Zondina quiso sacudirse de ese golpe sin poder conseguiirlo. Llegó el complemento y los del Luto Molina se fueron encima. Manejado por Francisco Riveros, Zondina tuvo más profundidad pero el fondo de Marquesado no se equivocaba. Hasta que a los 16′ un corner desde la izquierda encontró a Avila en el segundo palo para empatar de cabeza la final. Fue el tramo decisivo el más emotivo porque Zondina no se conformó y Marquesado, empezó a lastimar con las contras. Tanto que en el final, el Fino Balmaceda tuvo la gloria en su pie pero su remate dio en el travesaño con Vicentella ya vencido.

Intenso. Marquesado lo buscó, Zondina respondió en una gran final.

Llegó la historia aparte que son los penales. Ahí, el histórico arquero de Marquesado, Fernando Olivares, tuvo su momento. Le tapó el remate al goleador Gonsález, convirtió el suyo. Todo junto en el Bicentenario, para ser campeón.

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Si hay un tipo que tiene su propia historia en el fútbol de San Juan, ese debe ser Eduardo Magallanes. El Cachilo, campeón como futbolista, pudo festejar ahora su primera conquista como entrenador. Sufrió con el penal que erró Blas, pero luego se desató. Y claro, habló: ‘Este grupo la pasó feo. No había nadie y ellos siempre pusieron lo mejor. Eso le da más mérito a esta conquista. Marquesado es grande. Necesita de todos y creo que deben cambiar muchas cosas para dar el salto. Pero estamos felices, contentos. Es una alegría enorme para toda su gente que tanto ama al club’.