FOTOS DANIEL ARIAS
Un hermoso caos artístico, bien organizado. Por todas partes, profesionales, amateurs y aficionados, académicos y autodidactas, solos o en grupos, plasmando su creatividad con todo tipo de materiales sobre papel, sentados alrededor de una mesa o en el suelo. Otros, dejando su impronta en grandes paneles o pequeños atriles, también en dispositivos electrónicos y hasta en los ventanales del edificio, verdaderamente tomado por una variopinta congregación de dibujantes.
Repartidos por el espacio, magnéticos modelos exóticamente ataviados, posando para ellos como estatuas. En medio, intervenciones sonoras y teatrales. En el patio interno, Dj’s y bandas en vivo, envolviéndolos con su música. Y entrelazando todos esos elementos, incesantes lazadas de espectadores, yendo y viniendo, contemplando la acción y completando una atractiva trama viviente. Algo de eso hubo el jueves en el Museo Franklin Rawson, que nuevamente abrió sus puertas a La noche del dibujo, una postal dinámica de este rico poblado local. “Me gusta el ambiente, plural, diverso. Cada uno en su mundo, individual o colectivo, juntos a la vez. Todos iguales, nadie mejor que nadie’, puso en palabras un sentimiento común Isabel Fernández, una de las protagonistas. DIARIO DE CUYO comparte con sus lectores apenas unos trazos de lo que dejó este ya clásico sanjuanino (ver galería completa en www.diariodecuyo.com.ar)
Artistas con trayectoria, académicos y autodidactas, dieron muestra de su talento y compartieron con amateurs y aficionados.
Los niños no se quedaron afuera. Poblaron el rincón infantil y también se expresaron en paneles y ventanales.
El Proyecto de Arte Inclusivo -trabajo mancomunado entre la institución Aleluya y el Museo- copó la sala de la colección.
Hubo performances teatrales y una que generó sonidos y expresión corporal a partir de los trazos de la dibujante.
Los grandes paneles se fueron llenando a lo largo de la noche. Hubo trabajos individuales y otros en conjunto.
Mesas, atriles y paneles repartidos en el Museo fueron ocupados por artistas. No faltó el delivery de materiales.
Vistosos, los distintos modelos atraparon las miradas de los concentrados dibujantes, pero también del público.