Un vistazo es suficiente para evitar transitar por el lugar. El fundamento: la dificultad de superar los obstáculos y el riesgo de exponerse a una caída. Esta es la situación que se da en la vereda norte de Laprida al este de Urquiza, en Capital, y que está detrás del edificio del Instituto de Energía Eléctrica (IEE), de la Facultad de Ingeniería de la UNSJ. Se encuentra en muy mal estado y representa un peligro para los peatones, al menos en un tramo de 200 metros. Vecinos de la zona dijeron que hace más de 13 años que está rota y que ni el municipio ni la universidad la repararon hasta el momento. Cabe destacar que esta zona es muy transitada por la cercanía de la Facultad de Ingeniería, ambos edificios de la Legislatura, el Museo de Bellas Artes y el Centro Cívico.

En el inicio de la vereda, en la esquina de Urquiza y Laprida, el hormigón está hundido dejando a la vista y suelta una importante cantidad de ripio. Esa imagen se repite en varios sectores hasta pasar la Calle Fermín Rodríguez, en un tramo de unos 200 metros. ‘Hay mamás que vienen con sus bebés en un changuito y quieren caminar por este tramo de la vereda, pero es imposible. Las ruedas se les traban y no pueden avanzar y terminan circulando por la orilla de la calle o cruzando hasta la otra vereda que también es peligroso por la cantidad de autos que pasan por acá’, dijo Guadalupe Tejada, vecina del lugar.

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Equilibrio. Por lo hundido de la vereda hay que hacer equilibrio para cruzarla.

A lo largo de estos casi 200 metros, la vereda también presenta, en determinados sectores, el hormigón quebrado con trozos que sobresalen en punto sobre el nivel del piso. Mientras que en otros, quedaron expuestas algunas puntas de hierro, igual que a lo largo del cordón donde se salió el hormigón dejando los hierros expuestos.

Al mal estado se suma la inseguridad y el vandalismo en este tramo. Un sector del edificio del IEE que limita con la acera tiene una especie de columnas donde, según los vecinos del lugar, algunos ‘malvivientes’ se esconden en la noche para tomar o hacer sus necesidades. ‘Llevo 13 años trabajando en esta casa y desde entonces la vereda está así de rota y sin que nadie la arregle. Además se acumula basura que nadie limpia’, dijo Antonia López.

Peligro. El cordón tiene los hierros al descubierto por la falta de hormigón.

Fuentes de la Municipalidad de Capital dijeron que al menos en este departamento, la reparación de veredas le ‘corresponde al frentista’, en este caso la UNSJ. Pero que van a realizar un relevamiento del lugar y evaluar la necesidad de ‘intervenir de urgencia’ en caso de corroborar la peligrosidad que representa este sector para los peatones. Aclararon que de hacerlo ‘será una medida excepcional’ y que luego se pondrán en contacto con las autoridades de la universidad para llegar a un acuerdo por la obre de reparación. En tanto que desde la Secretaría de Obras y Servicios de la UNSJ nadie respondió los llamados de este diario.