Hace poco más de una semana en el parque nacional Los Alerces, en la localidad de Epuyén, provincia de Chubut, se declaró uno de los últimos incendios forestales que han afectado miles de hectáreas de esta bella zona de la Patagonia argentina. Nuevamente la comunidad mapuche ha sido señalada como responsable de estos hechos, que no son nuevos ya que se vienen sucediendo desde hace años en varias localidades del Sur argentino, cuando se empezó a cuestionar la presencia de estas comunidades en estas tierras que no les corresponde por derecho propio como han pretendido que ocurriera.

En el caso de este último atentado en el parque Los Alerces, la comunidad mapuche que está en la mira es la denominada Lof Paillako que vivió en dicho parque desde 2020. Con la llegada del gobierno de Javier Milei se presentó un recurso judicial que determinó su expulsión a través de la figura del desalojo. Tras este acontecimiento se comenzaron a perpetrar actos vandálicos, entre ellos los incendios en Epuyén, en una clara reacción de los miembros de esta comunidad por resistir el desalojo dispuesto desde la Nación, acción con la que coincidió el gobernador de Chubut, Ignacio Torres, a pesar del enfrentamiento que mantienen en estos momentos con el gobierno nacional.

Desde diciembre último en el Sur argentino hubo focos de incendios en un área superior a las 5.108 hectáreas pertenecientes al Parque Nacional Nahuel Huapi, la ciudad de Bariloche y alrededores y las localidades Dr. Atilio Viglione y Cavihue, pertenecientes a las provincias de Chubut, Neuquén y Río Negro.

El conflicto que el Estado argentino mantiene con los mapuches por la tenencia de las tierras, similar al de Chile en su zona Sur, ha tenido connotaciones políticas desde el momento en el que intervino la RAM (Resistencia Ancestral Mapuche), un movimiento de amplias vinculaciones a nivel internacional que se caracteriza por organizar atentados y porque en sus filas hay dirigentes que usan la violencia como medio de lograr sus propósitos.

Habrá que actuar más enérgicamente en controlar a estos pseudomapuches que están aterrorizando a todo el Sur argentino con sus métodos y acciones de protesta, en búsqueda de apropiarse de tierras que nos les pertenecen y que cada vez que son desalojados pretenden recuperar por la fuerza.