Asado, diversión con amigos, copas de más durante un día. Un cóctel que, al final, fue demasiado para Armando Vázquez Calderón (44), porque quedó ebrio. Se fue de la casa de su amigo a eso de las 2 de aquella madrugada del 20 de abril pasado, pero tomó conciencia de que con sueño y exceso de alcohol, algo no podía salir bien al mando de su auto y se tiró a un costado de calle Nacional, casi Velázquez. Así, dormido, lo sorprendieron instantes después tres policías de la seccional 20ma: una oficial que quedó en la patrulla, un agente y un cabo. El encuentro no terminó bien, ni para los policías ni para Vázquez, que fue golpeado “a patadas en el piso, cuando estaba reducido” y resultó con heridas que debieron cerrarle con puntos en un hospital. También fue denunciado por esos policías, por “atentar y resistir a la autoridad”.

Para los uniformados tampoco son buenas las consecuencias de aquella madrugada, porque Vázquez los denunció. Y ahora la UFI de Delitos Especiales, dirigida por el fiscal Nicolás Schiattino y el ayudante fiscal, Sebastián Gómez, argumentan que las pruebas recabadas inclinan la balanza a favor de la versión de Vázquez. Y ya pidieron imputarles el delito de apremios ilegales (el juez Guillermo Adárvez así lo hizo), que además les concedió un plazo de 8 meses para investigar, exigiéndoles durante ese tiempo a los policías, Matías Francisco Durán Gómez y Maximiliano Néstor Riveros, someterse al proceso y no obstaculizar la investigación.

Así quedó Armando Vázquez tras el ataque.

Entre las pruebas de Fiscalía, está la desestimación de la denuncia de los policías contra Vázquez en la UFI Genérica. Y así, respaldan lo que dijo el denunciante. Que esa madrugada no quiso hacerse daño ni dañar a otros cuando manejaba ebrio. Que buscó recuperarse quedándose a dormir a un costado de la calle. Que aguantó que le dijeran que dejara de “dar asco” y no se opuso a acompañar a los policías hasta la seccional, porque no quería irse en auto. Que lo bajaron, le torcieron los brazos hacia atrás y en un forcejeo fue a parar con ese policía (Durán) encima suyo. Y que ahí aprovechó el otro uniformado (Riveros) para patearlo en la cabeza y golpearlo luego, cuando lo trasladaban esposado, diciéndole: “Ya te voy a dar que te hagas el malito, ya te voy a dar que no te quieras subir al patrullero”.

“(…) actuaron de una manera excesiva y sin justificación alguna, toda vez que, tal lo relatado por el denunciante, lo agredieron luego de haberlo reducido en el piso”, dijo el ayudante fiscal Sebastián Gómez en la audiencia en la que formalmente ambos policías quedaron imputados, pero libres.

Para Fiscalía, quedó en evidencia que Durán y Riveros denunciaron a Vázquez, para “evitar una investigación en su contra y tapar de alguna manera su proceder excesivo”.

Gustavo de la Fuente y Marcela Olivera defienden a Riveros; Fernando Molina a Durán.