Ocurrió en un momento de crisis, cuando los padres se separaron. Entonces ella no dudó en ponerse la familia al hombro: buscó un carrito y salió a la calle a vender choripanes. En esa misión necesitó de la ayuda de familiares, porque el trabajo era más redituable de noche. Entonces su madre y uno de sus hermanos cuidaban de sus hijos. Sin embargo, según Fiscalía, el tío de las niñas aprovechó la ocasión para violarlas. Tenían 9 y 8 años esas nenas (hoy tienen 15 y 14) y a pesar de que no presentaban las lesiones que dejan los abusos que describieron, las psicólogas calificaron como coherentes y verosímiles sus dichos. Y por eso la fiscal Ingrid Schott (UFI ANIVI) buscará que al cabo del juicio que comenzará el próximo 16 de diciembre, ese joven de 25 años reciba 15 años de cárcel.

El abogado defensor, Claudio Vera, en cambio, buscará desligarlo o atenuar la grave imputación. Y una de la pruebas clave a su favor es esa falta de lesiones en las niñas. Esa misma evidencia pesó entre los argumentos del juez que, al imputarle el delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por la guarda de sus sobrinas, decidió no dejarlo preso como pedía Fiscalía.

Los hechos que desembocaron en la denuncia que realizó el padre de las chicas el pasado 5 de marzo, fueron develados por la menor de las hermanas a una psicóloga, a la que fue derivada por sus problemas de conducta, pues se mostraba muy agresiva con su propia madre y en la escuela llegó hasta protagonizar peleas. A esa profesional le contó que su tío la abusaba y que hizo lo mismo con su hermana mayor.