Tras el triunfo de Donald Trump en las elecciones generales de los Estados Unidos realizadas recientemente, el mundo ha comenzado a experimentar un reordenamiento geopolítico que, en cierta forma ha sido propuesto por el presidente Javier Milei al invitar a países que comparten similares estilos de gobierno a conformar una Liga de naciones conservadoras. El Presidente argentino considera que se está ante una oportunidad histórica de “alinear a cuatro actores del mundo” para que determinen el curso de los acontecimientos e instauren “los valores tradicionales que se han perdido.”
La Liga de naciones conservadoras, de acuerdo a la propuesta de Milei, debería trabajar en la batalla cultural en defensa de la propiedad privada, el capitalismo y las ideas de la libertad.
La Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC), realizada hace unos días en Mar-a-Lago, Florida, fue el ámbito adecuado para que el mandatario argentino convocara a EEUU, Israel e Italia a establecer una nueva alianza estratégica que se encargue de defender los principios que esos países vienen sosteniendo, en contra posición de la acción de naciones que son gobernadas autoritariamente o dictatorialmente, muy lejos de lo que se pretende sea el mundo moderno.
Pese a que el régimen democrático se ha establecido en la mayoría de los países del mundo, hay un 37% de la población mundial que actualmente está gobernada por un régimen autoritario. Algunos son mundialmente conocidos, tal el caso de Venezuela, Yemen, Corea del Norte o Cuba. Hay otros países que son menos mediáticos pero que también someten a sus respectivas poblaciones a actos de represión y abusos que no deberían tolerarse. En Latinoamérica, cuando se habla de dictaduras o autoritarismo también aparecen naciones como la Nicaragua de Daniel Ortega, y aunque en un grado distinto, el Brasil de Lula Da Silva. La lista en Oriente Medio, Africa y Asia es mucho mayor integrada por Afganistan, Argelia, Angola, Azerbaiyan, Bahrein, Bangladesh, Bielorrusia, Burundi, Camboya, Camerún, República Centroafricana y China, entre otros tantos.
Se dice que con la Liga de naciones conservadoras se quiere emular la Liga de las Naciones fundada en 1920, tras la Primera Guerra Mundial, que fue una organización intergubernamental con la intensión de promover la firma de tratados de libre comercio y cooperación militar, entre otros aspectos de la coordinación entre países. A diferencia de ésta, la nueva organización se enfocaría a promover un mundo mucho más libre, con mayor trato comercial entre las naciones, como base del crecimiento y desarrollo, dejando de lado los enfrentamientos bélicos para generar un mundo que viva más en paz y armonía.
En la concepción de los integrantes del nuevo bloque, al que posteriormente se podrán sumar otros tantos países que coinciden con sus principios, muy alejados del grupo de países BRICS que integra Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, entre otros creado para hacer frente al orden mundial dominado por EEUU y sus aliados occidentales, el liberalismo económico es lo predominante, de ahí el apoyo de algunas figuras empresariales a nivel mundial como Elon Musk, alineado en este nuevo orden geopolítico.