Según las mediciones que viene realizando CAME (Confederación Argentina de la Mediana Empresa) desde hace 24 meses ininterrumpidos el sector que reúne a las pymes del país registran una caída en el consumo que hasta febrero de este año se fue profundizando, hasta llegar al 28,5%, con un lógico perjuicio para el sector. A partir de marzo, siempre en términos negativos, se ha comenzado a evidenciar una mejoría con una caída del consumo del 12,5% quedando por medir los meses subsiguientes en los que se espera que la reducción continúe hasta alcanzar niveles más moderados y si es posible en términos positivos.

Sin animarse a afirmarlo plenamente se deduce que CAME y, consecuentemente, las pymes son optimistas respecto del futuro a pesar de que el titular de la entidad a nivel nacional, Alfredo González, manifestó en una visita que realizó a San Juan la semana pasada que las pymes viven en un estado de supervivencia constante, por la misma situación que atraviesa el país que es muy delicada a nivel económico y financiero.

El gran desplome de las ventas de las pymes se produjo desde el 2022 y ha llegado hasta marzo de este año en que, recién, la caída del consumo se ha frenado a valores un poco más sensatos, sin que se hayan tomado las medidas que se vienen solicitando para reactivar el sector y el consumo interno.

Hay que tener en cuenta que el 80% de todo lo que producen las pymes en el país está destinado al consumo interno y que el actual estado de recesión en que se encuentra la argentina repercute negativamente en las estructuras de las pequeñas y medianas empresas, haciéndoseles muy difícil poder desarrollar sus actividades con la acostumbrada normalidad.

Respecto de cómo perciben la actual política de gobierno, desde CAME sostienen que ellos no están para juzgar las políticas que pueda implementar cualquier gobierno, pero que sí están dispuestos a ser colaboradores con las acciones del gobierno como entidad intermedia.

Es interesante lo que pueda decir CAME de la actual situación del país ya que es una entidad que representa a 1.491 federaciones, cámaras, centros y uniones de la industria y los parques industriales, el comercio y los servicios, que en su conjunto agrupan a más de 600 mil empresas pymes y dan trabajo a alrededor de 4,2 millones de personas.

Las pymes necesitan en forma urgente el apoyo de la actual gestión de gobierno desde una óptica que las ayude a poder hacer frente a sus obligaciones financieras, mantenimiento del personal que disponen, obligaciones tributarias y la competitividad dentro del ámbito en el que se desempeñan que es el mercado interno.

Lo que se pide es un país más fuerte en varios aspectos con pymes fuertes, con un comercio fuerte y con un mercado interno fuerte que es al que va dirigido todo el poder productivo de las pymes.

La esperanza de que la situación va a mejorar está planteada, queda ahora que la mejora se vaya observando gradualmente en beneficio de todos los sectores y no sólo de algunos estamentos.