El enfermero Marcelo Gerardo Acosta quedó imputado por el presunto homicidio culposo de una paciente en el hospital Rawson. Y ahora el fiscal coordinador, Iván Grassi, y los ayudantes fiscales Victoria Martin y Pablo Orellano (UFI De Delitos Especiales) tendrán 8 meses para investigarlo y confirmar si debe o no ir a juicio y ser condenado por ese delito contra Susana Dora Molina (57). Las cámaras de seguridad del hospital, los relatos de una hija y la nuera de la víctima (dijeron que llamaron varias veces al enfermero y no fue), y principalmente el testimonio de un médico que atendía a la paciente, son parte de las pruebas que complican al enfermero.

En su declaración, el médico aseguró que la mujer había salido de terapia intensiva y pasó a otra sala, donde debían aspirar constantemente las secreciones de la cánula de la traqueotomia que le hicieron para salvarla. Dijo que el paro cardíaco que sufrió el 24 de agosto de 2023 a eso de las 17, pudo ser por una obstrucción aérea en la traqueotomía. Y no dudó en señalar que esa obstrucción se produjo por la ‘inatención de la paciente’, consta en el expediente.

Aquel día, hasta la propia víctima se las arregló para escribir en un papel que llamaran a un enfermero para que la aspiraran. Ante ese pedido, a eso del mediodía, sus parientes llamaron varias veces al enfermero, pero éste recién apareció sobre las 17, cuando ya había sufrido un paro .

Susana Dora Molina había sufrido un ACV el 11 de julio del año pasado. Fue trasladada al hospital Marcial Quiroga, pero de allí la derivaron al Rawson para una mejor atención por lo complejo del caso. Poco más de un después de internada en el Rawson, salió de terapia intensiva y su familia ya se ilusionaba con una internación domiciliaria, pues su estado de salud mejoraba notablemente.

Sin embargo el 24 de agosto sufrió un paro cardíaco que Fiscalía no duda en atribuir a la inacción del enfermero. Y ese ataque fue clave para que volviera a terapia intensiva, de donde no volvió a salir, porque el 7 de setiembre perdió la vida.

En la audiencia en la que Acosta fue imputado por la jueza Gema Guerrero, su defensor, Néstor Olivera, negó que su cliente hubiese cometido delito alguno contra la víctima. Es más, dijo que pasó de ‘héroe a villano’ porque en realidad le salvó la vida a la mujer aquel 24 de agosto. También aseguró que Acosta no tenía instrucciones para limpiar esa cánula. Durante la investigación, buscará desligar a su cliente.