Desde 2012 año en que se originó en Rosario un concepto para entonces innovador, Música para Volar (MpV) se animó a reinterpretar de manera integral el mítico disco unplugged de Soda Stereo, “Comfort y música para volar”. La sonoridad de esa especial puesta artística transgredió las reglas que imponía la serie de grabaciones de MTV, combinando los instrumentos eléctricos de rock con arreglos de cuerdas. Tal experiencia sentó las bases de una propuesta sólida, respetuosa y a la vez entretenida, explorando otras variantes a las canciones icónicas de Gustavo Cerati, combinando instalaciones audiovisuales y escénicas. Después de cubrir exitosamente el homenaje a Cerati, que viene girando por varias ciudades del país -incluyendo San Juan-, ahora hay un nuevo motivo para el encuentro con la platea local. Se trata de la puesta sinfónico-coral “Obras Cumbres del Rock Argentino” en el que MpV abordará una selección de las canciones más representativas de Cerati, Charly García, Fito Páez y Luis Alberto Spinetta, con más de 50 músicos en escena, arreglos orquestales y coro polifónico. A la partida, además del cuarteto rosarino integrado por José Matteucci en batería y voz, Alexis Thompson en guitarra, Julieta Sciasci en bajo y voz y Bruno Moreno en piano (quien además se encarga de componer los arreglos orquestales y de cámara para todos los espectáculos) se sumarán la Orquesta Sinfónica y el Coro Vocacional de la UNSJ. José Matteucci, el instrumentista y cara visible de MpV, habló con DIARIO DE CUYO sobre esta apuesta redoblada, que persigue materializar y jerarquizar el sonido del rock nacional al más alto nivel de virtuosismo.

Con más de diez años de trayectoria, el conjunto realiza extensas giras con diferentes conciertos sinfónicos, de cámara y eléctricos.

El núcleo de esta iniciativa, define el percusionista, está sostenido en la premisa de un concierto que invite al público a “redescubrir” el repertorio de los históricos exponentes del rock nacional contemporáneo. “Redescubrir, justamente forma parte de la pregunta de nuestra vida. Creemos que las canciones están para ser re escuchadas. Lo normal es transitarlas muchas veces y en esa conducta hay una búsqueda, una necesidad de seguir indagando en ellas y un placer también en ver cómo la misma canción puede decirnos cosas diferentes. Por eso nos sumergimos en las canciones, donde sentimos emociones diferentes. El espectáculo entonces, pretende bucear en eso, en el encuentro placentero del sonido. Luis Alberto, Charly, Fito y Gustavo dicen mucho en sus obras, porque son canciones que tienen profundidad y compromiso artístico, garantía de nobleza y calidad”, opinó sobre el repertorio elegido, en el que incluyen hits como “Cerca de la revolución” o “Persiana americana” y otras que si bien son conocidas, José prefiere que sean una conmovedora sorpresa para quienes asistan al Juan Victoria.

Mientras el cuarteto, la orquesta y el coro interpreten estos clásicos, irá transcurriendo en paralelo un relato audiovisual y lumínico que reforzará la metáfora del faro (la misma que figura en los afiches promocionales del show) y que el propio José explicó qué significa: “Es porque se trata de estos artistas referentes que seguimos con admiración, cuales faros de luz que nos guían a la hora de navegar en el mar de la música”, resaltó el baterista. “Elegimos a estos cuatro referentes por su manera de crear y de componer dentro del rock latinoamericano. Sus canciones se mostrarán en distintas situaciones sonoras y en todas nos atraviesa la pregunta ¿Qué tuvieron estos creadores para que sus canciones sean obras cumbres? Será todo un juego de múltiples posibilidades musicales donde tales canciones dialoguen entre sí”, agregó.

No obstante, hay algo mucho más en juego, porque para el criterio del intérprete, la obra de Fito, Charly, Luis Alberto y Gustavo está ingresando a un espacio de valoración que trascenderá generaciones. El tiempo, dicen, pondrá estas icónicas melodías del rock nacional en el status de “música clásica” en un futuro, algo en lo que Matteucci coincide plenamente. “Si miramos hacia adelante, será como disfrutar la música de Verdi o Rossini en una ópera. Por la calidad y la pertinencia, estas cuatro leyendas del rock, como compositores, ya están destinados a ocupar ese lugar. Y lo puedo constatar por el amor que siente la gente por estas canciones y estos discos de ellos en Latinoamérica”. Es en este punto clave, que José considera la esencia de la “obra cumbre”. “La obra cumbre es como una receta de un conjuro. Al momento de decir las palabras, la magia sucede y desaparece con el aplauso final del público”, reflexionó.

A la par, José y el resto de sus compañeros rosarinos, siempre dejan en claro la alegría que les genera venir a San Juan cada vez que les toca una fecha. Primero porque aprecian el Auditorio y su calidad como espacio escénico; segundo, por la cercanía que hay al pararse frente a frente a los espectadores. “San Juan es un lugar querido por nosotros cuando armamos una gira. Y a eso agrego la calidad de sus músicos, es altísima. Nos ilusionamos cuando sabemos que la Orquesta va a brillar, es una selección de mucho nivel. La sensibilidad que demuestra a la hora de tocar al servicio de la obra nos da frescura y cada vez que ensayamos y tocamos juntos, salimos todos enriquecidos”, concluyó el artista.

DATO
Obras cumbres del rock argentino. Música para Volar. Sábado 27 de Julio, 20:00 hs. Auditorio Juan Victoria (25 de Mayo y Urquiza).
Platea A: $21.500; Platea B: $19.500; Platea C: $17.500.