Para el equipo fiscal que investigó el caso, no hay dudas: Erik Alexander Mallea (mecánico de motos, 28 años) usó un revólver calibre 22 que llevaba entre sus ropas y también la pistola 9 mm de un policía que, cerca de las 23 del 28 de diciembre de 2023, lo identificó y lo persiguió hasta capturarlo en un barrio de Campo Afuera, Albardón, porque esa noche su expareja lo había denunciado por golpearla y amenazarla cuando fue a verla por el hijo que tienen en común, algo que no podía hacer por la prohibición de acercamiento que pesaba en su contra.
Será el fiscal Daniel Galvani quien buscará probar que aquella noche este joven estaba en una moto junto a un amigo y corrió cuando vio al policía que igual lo alcanzó, pero allí hubo dos momentos de máxima tensión: según Fiscalía, hubo un primer forcejeo en el que Mallea tomó del piso un revolver calibre 22 que él portaba y alcanzó a apuntarle al uniformado, pero éste le tomó el brazo y evitó un disparo. Luego siguieron forcejeando y en esa lucha se cayó la pistola 9 mm del policía, que también pudo tomar en sus manos el joven mecánico, apuntándole nuevamente en la cabeza y gatillándole sin que se efectuara el disparo porque el arma no tenía bala en boca y también estaba con los seguros puestos, consta en el expediente.
Esa secuencia de hechos fue presenciada por otro joven, que es clave para el relato fiscal.
Sin embargo la posición de los defensores, Claudio Vera y Alejandra Iragorre, será distinta en el debate. ‘Mi cliente me dijo que no le apuntó nunca al policía y no quiso matarlo. Para nuestro modo de ver, acá solo hubo un atentado y resistencia a la autoridad’, dijo el letrado.
Desde aquella noche, las cosas se complicaron para Mallea porque en 2022 había sido condenado a 1 año por abuso simple contra una nena de 12 años (entonces su Defensa argumentó que era una noviecieta suya). Y luego recibió otros 6 meses de castigo más por golpear y amenazar a su expareja, la joven a la que tenía prohibido acercarse.
Esta última pena se unificó con la anterior en una de 1 año y 6 meses de cumplimiento efectivo, castigo que cumple en la cárcel de Chimbas. Y que podría unificarse con una tercera sentencia en contra, si es que así lo decide el juez Juan Bautista Bueno de la Cruz de la Sala I, Cámara Penal.
El juicio inicia el próximo 1 de abril. Y ahí se decidirá si hay pruebas de las ‘intenciones homicidas’ de Mallea o si solo cometió delitos que obligarían a imponerle un castigo menor.