“La alegría me invade, es más de todo lo que puedo llegar a sentir, Jáchal es más que mi hogar, es mi historia’, expresó Brenda Ortega como flamante Primera Paisana de la Tradición, realizó la apertura como anfitriona de la última velada de la Fiesta Nacional de la Tradición, que se desarrolló anoche en el Anfiteatro Buenaventura Luna.
Oriunda de Villa Mercedes, la joven de 21 años que se postuló con el Nro. 15 representando al merendero Manitos de amor y a la zona de Pampa del Chañar, se consagró con 10 votos en el reñido certamen, que se llevó a cabo el viernes, en el cual el título de Segunda Paisana quedó en manos de María Ángela García , con 7 votos, tras desempatar con Sofía Caspary que obtuvo 6.
Brenda culminó hace 2 años el secundario, como Perito Auxiliar en Producción de Semillas, en el CENS Figueroa de su localidad y es parte de una familia numerosa y muy unida, compuesta por su padre José Luis, que se desempeña en la construcción; su madre Beatriz, ama de casa; su abuela Isabel; su hermano Andrés (30) y 5 hermanas: Fátima (de 29), Erika (26), Milagros (24), Luciana (17) y Tiziana (10), quienes la incentivaron a presentarse, además del ‘orgullo por ser jachallera’, como agregó en diálogo con DIARIO DE CUYO.
– ¿Percibías que tenías chances de ganar?
– La fe es lo último que se pierde, dice el dicho. Quería ganar por mi zona de Pampa del Chañar y Villa Mercedes, donde vivo. Cuando salió el primer voto me emocioné, porque jamás pensé que iba a seguir sacando votos. Al final, cuando empataron 2 de mis compañeras para Segunda Paisana y por micrófonos decían que la Primera Paisana ya estaba, no podía creer que era yo.
– ¿Qué proyecto presentaste?
– Yo trabajo desde marzo de este año como voluntaria en el merendero de mi localidad, al que asisten alrededor de 30 chicos. Mi objetivo es incentivar a que seamos cada vez más voluntarios, abarcar a las zonas rurales alejadas que están a más de 20 kilómetros de la ciudad de Jáchal. Por eso armé un proyecto que consiste en ofrecer talleres de contención y recreación para los niños y las familias, charlas de educación sexual y controles de salud ya que nos queda muy lejos el hospital.
– ¿Qué te inspiró?
– Este año fue de mucho aprendizaje. Cuando trabajaba como supervisora de transporte escolar, al obtener una beca de una empresa, tenía que ver que los chicos llegaran bien a la escuela y a su casa también. Eso también me motivó. Y mis compañeras presentaron proyectos muy lindos que me gustaría incluir, como el plan de alfabetización para las personas mayores de las zonas rurales.
– ¿Qué crees que vio el jurado en vos?
– Las personas me conocen por mi humildad, por mi forma de ser. Soy de bajo perfil, si bien ahora tendré mayor exposición y visibilidad en las redes sociales. Es tan intensa mi felicidad… De mi familia soy la primera Paisana. Además, siento que llevo a mis hermanas mayores este orgullo tan lindo que a ellas en su momento les hubiese gustado tener. Es un deseo que les quedó pendiente.
– ¿Qué representa ser Paisana para vos?
– La Paisana es la mujer empoderada de antes, la mujer que mandaba en la casa, que se encargaba y representaba a la familia, que cultivaba; la mujer que mantenía la ganadería cuidando a los animales. Por eso creo que la Paisana es símbolo de honor y valores, esos valores inculcados por los padres más que nada. La Paisana es la jachallera de paso firme y frente en alto, que se inspira en conseguir lo suyo. Es una gran responsabilidad poder ser representante de mi departamento.
– ¿En qué cambió ese rol en estos 50 años que cumplió la elección?
– Cambió mucho porque ya no es la belleza lo que define a la mujer. Antes, tenía que ser elegida la chica más hermosa, sin ver en profundidad a la persona. Ahora, hay que conocer su lugar de procedencia, la defensa de su identidad, la cultura, el saber.
– ¿Qué opinás de la diversidad de género entre las candidatas?
– Estoy de acuerdo con la inclusión. Este año, hubo una persona trans, si bien no fue la primera porque el anteaño pasado también hubo. Se debe respetar la decisión de cada persona de presentarse a cualquier tipo de actividad porque hay que ver su valor como persona.
– ¿Estás de acuerdo con que se deje de lado el término de “reina’ en certámenes provinciales y nacionales?
– Totalmente de acuerdo porque esto muchas veces representaba premiar a la más linda, algo que no tenía en cuenta cómo es la mujer por dentro, los valores inculcados, el respeto, la humildad, la solidaridad, la empatía que tiene hacia otras mujeres.
– Ya no se trata de ser sólo una cara bonita…
– Con la belleza no se hace nada, no se llega a ningún lado ¿No?
– ¿Qué emociones te atraviesan ahora que sos Paisana?
– Muchísimas porque tiene que ver con mi lugar, con mi Jáchal, donde encuentro tranquilidad, paz y naturaleza; donde está toda mi familia y mis raíces,la gente que me quiere y me felicita por haber llegado donde llegué a través de mis padres y de mensajes. Aquí, mi tatarabuelo fue arriero y llevaba ganado a Chile y al Alto Perú, que ahora es Bolivia; mi bisabuelo, llevaba animales a La Rioja; y mi abuelo y mi abuela siempre trabajaron en la cebolla, ganándose el pan de cada día con mucho esfuerzo. Acá está mi esencia, el calor del hogar. Por eso siempre la defenderé y representaré con orgullo.
((crédito gentileza Municipalidad de Jáchal)