Damián Mahler se acuerda perfectamente de las dos veces que vino a San Juan y si bien coincide en que fue con propuestas distintas entre sí, destaca como denominadores comunes el formato sinfónico y la posibilidad de ser disfrutadas por distintas generaciones. Así fue en 2022 con Drácula (temas del musical de Cibrián-Mahler), en 2023 con Back to the orchestra (música de películas) y lo será también esta noche, cuando subirá a escena su propia mirada al legado de los “Fab Four’. Con The Beatles Symphonic Fantasy marcará su tercer año consecutivo a la provincia, adonde -aseguró el hijo del reconocido Angel Mahler- está más que feliz de volver.
“Tocar en el Bicentenario es un placer. Yo no sé si ustedes terminan de tener noción, pero no hay muchos auditorios como ese en el país, así que cuando hacés música en un lugar tan bien preparado y con un equipo humano tan lindo, todo fluye’, dijo a DIARIO DE CUYO Mahler, al frente de este espectáculo internacional que estrenó en el Luna Park y ha recorrido España, Chile y México.
– ¿Cómo entran Los Beatles a tu universo musical?
_ Siendo músico, la influencia de Los Beatles está aunque no quieras. En cuanto a lo que tiene que ver con la música popular, han innovado adonde busqués, entonces cuando uno estudia entiende que ahí hay un punto muy potente. Y lo que siento es que, al contrario a lo que podría pasar, hicieron una música valiosa en su momento y con el tiempo, en vez de pasar de moda o de perder vigencia, es todo lo contrario, va ganando fuerza e impulso…
– No es cualquier música popular…
– Arrancaron con canciones para un público femenino -McCartney contó que su tía le decía que ya dejara de hacer esos temas de “te quiero y ella me quiere’- y después se metieron a componer con un nivel de profundidad apabullante, donde aparece la riqueza musical que tanto se celebra; pero lo más curioso es que eso sucedió en una ventana de apenas ocho años…
– ¿Creés que ese cambio fue una decisión propia o inducida?
– Yo creo que ellos siempre fueron muy genuinos con lo que sentían y lo que eran; y en un momento desearon hacer música que estuviera en otro nivel, más comprometida incluso desde lo social. Creo que estaban conectados con el mundo que los rodeaba, entonces McCartney vio en un conflicto racial la motivación para Blackbird y John Lennon, con su activismo por la paz, encontró su manera de expresarse… Levantaron su bandera en un mundo lleno de conflictos.
– Desde lo musical ¿Cuál pensás que es su rasgo distintivo?
– A la hora de estudiar el repertorio en profundidad se ve la inmensa variedad, porque no dejaron género ni posibilidad musical sonora sin abarcar en su momento, una capacidad inmensa de ir poniéndose en la piel de estos distintos estilos y a la vez generar un lenguaje unificado, porque siempre es escuchar a Los Beatles en tal estilo musical. Eso es algo que no han tenido todos los grupos, uno de sus grandes diferenciales. Y después está el misterio de la música ¿no? ¿Por qué una cosa conmueve al mundo y por qué otra no? No sé, en lo profundo creo que tiene que ver con haber hecho lo que sentían, 100 % genuinos y eso se valora. ¡Y fueron mágicos! ¿Qué voy a decir? Se juntaban y salían cosas que no salen en otros lados…
– Con todo lo dicho, abordarlos en otro formato sin desvirtuar su esencia es todo un desafío…
– “El’ desafío, porque decís ¿cómo agrego algo a lo que ya es perfecto, cómo meto una melodía de violín que no existe y que sea merecedora de eso? Y ahí lo que intenté hacer desde los arreglos, que es la parte del espectáculo 100% mía, fue ponerme lo más cerca que podía de la canción y ver de qué manera podía potenciar el mensaje con la orquesta. Una cosa muy linda que pasa es que de repente hacemos una introducción musical donde el público no sabe qué canción es, tal vez lo huele pero no lo sabe, y cuando empieza a cantar alguno de los muchachos se escucha ese “Ahhh’… El público se encuentra con las versiones cantadas y tocadas por una banda de rock y también con todo un trabajo sinfónico, es algo dinámico, por momentos toma protagonismo la banda, en otros la orquesta y a veces la conjunción de ambas… Trabajamos mucho ese balance para que no sea una banda de rock y atrás una orquesta o al revés, sino realmente un punto de encuentro entre estos dos mundos que pueden parecer antagónicos, pero que cuando se juntan se potencian.
– Han habido varios espectáculos de música popular en versión sinfónica ¿Se academiza lo popular o se populariza lo académico-sinfónico?
– Es muy interesante lo que planteás y yo apuntaría más a que se populariza lo sinfónico, porque nos pasa otra cosa linda y es que para mucha gente es la primera vez frente a una orquesta sinfónica, incluso niños. Por ahí está eso de que creen que la orquesta tiene un determinado estilo y se encuentran con esto y se van maravillados.
– Y en cuanto a los temas ¿Fue complejo armar algo que represente toda su historia?
– Diría que fue el otro gran desafío de este espectáculo. Había que acotar, entonces hay algunos temas completos y nos animamos a hacer algunos medleys: estás escuchando Penny Lane y aparece un puente a All you need is love, por ejemplo. Y también algunos popurrís de la Beatlemanía, la primera época, para abarcar más repertorio; y te digo que la gente estalla, se para, baila en el lugar…
– Bueno, esa es una postal más de recital de banda que de concierto sinfónico…
– Totalmente y te digo más, creo que la gente viene predispuesta a escuchar un concierto sinfónico tradicional y enseguida se da cuenta de que es otra cosa, se desarma la idea del concierto pomposo…
– ¿Y a vos adónde te transporta?
– Nací en un ámbito de música, teatros y orquestas, de chico fui fanático de los sinfónicos con bandas de rock y ya adolescente trataba de conseguir cuanto sinfónico existiera. Hoy hacer esto me conecta mucho con eso y cuando me logro abstraer de todo lo que tengo que controlar en el espectáculo, en esos segundos, me emociona y me llena de orgullo poder hacerlo.
– Ángel hizo un sinfónico de Los Beatles el año pasado ¿Qué tienen en común y qué no?
– Nosotros habíamos arrancado la idea en pandemia, medio que se pateó y cuando decidimos activar a mi papá le salió esa oportunidad, fue algo casual y le restamos importancia porque realmente no la tiene en ese sentido. Al de papá no lo vi porque justo estaba en México, pero creo que son vivencias y visiones de cada músico respecto de la música; creo que debe haber puntos similares y otros que no. Él sí fue al Luna Park cuando estrenamos y estaba súper contento y emocionado, porque nos acompañamos y compartimos muchísimo, más que como músicos, como familia, como padre e hijo.
– ¿Se vendrá un tributo a Beatles con los dos Mahler en escena?
– ¿Por qué no? No lo habíamos pensado, pero podría ser… Lo que sí tenemos ganas de hacer es un espectáculo juntos tocando nuestra música, eso sí lo haremos en algún momento y ojalá podamos llevarlo a San Juan.
DATO
The Beatles Symphonic Fantasy. Hoy a las 22 hs en la Sala Principal del Teatro del Bicentenario. Entradas en boletería, de 10 a 14 hs y online a través de TuEntrada.com, desde $20 mil a 40 mil.