A Margarita Mercado no le importó que su familia le dijera que era una ‘exagerada’. Igual se fue a la plaza de Santa Lucía a las 19 horas para ubicarse con su reposera cerca del escenario. Y fue una decisión acertada. A las 21 ya no se podía ni caminar por el paseo ni sus alrededores por la cantidad de gente. Fue la postal que dejó la segunda noche de la Fiesta Nacional de Santa Lucía que resultó repleta por la cantidad de público.

Multitud. La segunda noche de la Fiesta Nacional de Santa Lucía se realizó ante un público multitudinario que pudo disfrutar de buena comida y shows.

Ver tranquilamente los productos que ofrecía los artesanos y emprendedores en la plaza fue casi imposible. Primero porque los pasillo que quedaron libres para transitar por este paseo resultaron chicos para la multitud y, segundo, porque todos los puestos estaban llenos de espectadores y no se podía acercarse a los mismos. ‘Cuando empiecen los espectáculos en el escenario mayor y la gente se vaya para allá, voy a aprovechar para recorrer la feria más tranquilo’, dijo Augusto Montero, aunque no tuvo esa suerte. Es que cuando arrancó la actividad en el escenario, sus alrededores ya estaban colmados de público y muchos tuvieron que quedarse en algún lugarcito libre en la plaza para, al menos, escuchar a los artistas. Algunos tuvieron la suerte de encontrar algún cantero libre para sentarse, mientras que otros no tuvieron más opción que sentarse sobre el césped.

La feria. Muchos artesanos y emprendedores instalaron sus puestos en la plaza de Santa Lucía que también resultaron desbordados por la cantidad de gente que se acercó a ver y a comprar productos.

La gente que llegó sobre las 22 tampoco encontró sillas o lugar disponible para instalar las propias frente y alrededor del segundo escenario con el que contó la fiesta santaluceña este año. Es que desde temprano, el público también copó el lugar para disfrutar de los artistas locales y del patio gastronómico que se instaló en esta zona.

Los niños también ‘padecieron’ la multitud. A la hora de divertirse tuvieron que hacer fila a la espera de que algunos se cansaran de jugar y se bajaran de los juegos, o que se desocupara algún lugar en las mesas donde los chicos podían pintar y hacer manualidades. Ni siquiera la plaza blanda que improvisaron sobre una de las calles para los bebés tenía espacio disponible.

Atracción. La fuente con aguas danzantes de la Plaza de Santa Lucía fue uno de los atractivos de la noche. Niños y grandes se detuvieron frente a ella para observar el espectáculo que ofreció.

La misma postal se reiteró frente a los numerosos food trucks que ofrecía diferentes platos, postres y bebidas. Filas interminable de gente se formó frente a cada uno para comprar comida.

A las 22 subieron Los Románticos Iracundos al escenario mayor que actuaron ante un auditorio colmado.

Al cierre de esta edición se llevaba a cabo la última noche de la fiesta y la elección de su Representante.

Entusiasmo. Uno de los momentos de mayor entusiasmo se vivió cuando subieron al escenario las 22 candidatas a Representante de Santa Lucía. Con gritos y carteles, las chicas recibieron el apoyo de la gente.

 

Lleno total. El segundo escenario donde actuaron los artistas locales también contó con un público multitudinario que en un par de horas coparon todo el espacio disponible para los espectadores.