La devoción de los sanjuaninos por la Difunta Correa, sentimiento que se expandió fronteras fuera de la provincia, y también del país; convirtió -con el tiempo- a la competencia que el próximo domingo organiza el Cicles Club Alvear en una carrera que todo ciclista añora, pretende, ansía, y sueña tener entre sus victorias; al fin de cuentas si no todos, la mayoría de los pedalistas se ponen en sus manos cada vez que largan una carrera. Habitualmente abrió la segunda mitad del año ciclista, que va de octubre/noviembre a marzo/abril. Muchos han sido los ciclistas de otras provincias que viajaron a San Juan a correr “La Difunta”, y de paso despedir un año y recibir el otro con los mejores deseos.

La clásica del Alvear, es sin temor a equivocaciones, la competencia de un día, más linda del calendario. Es que en su recorrido cuenta con todos los obstáculos que puede deparar el ciclismo rutero. Montaña en la subida -de ida y vuelta- a la Cuesta de las Vacas. Terreno quebrado en el tramo de la Ruta 149 que une el Control Forestal con el paraje Vallecito. Y llano, en la mayor parte de su trayecto. Los rodadores tratan de “romper” piernas en el “subi-baja”; los escaladores intentan abrir huecos en la Cuesta; y los velocistas tienen su chance si los más fuertes no logran su objetivo.

En esta ocasión la carrera largará desde el Departamento 9 de Julio, y luego de visitar el santuario ubicado junto al cordón montañoso del Pie de Palo; culminará en Pocito, tras 180 kilómetros.