Tiene 16 años, baila casi desde que aprendió a caminar, le quedan dos años para recibirse de profesora de danzas españolas y hace ocho sumó el malambo a su vida. Empezó, como para probar, en un taller que dictaba Mariano Millón, quien se convirtió en su profesor, porque nunca dejó de zapatear. En enero próximo, tras sortear el selectivo local, Martina Pizarro competirá por primera vez en Pre Cosquín, pero además será la primera bailarina sanjuanina que pisará el Atahualpa Yupanqui como Solista de Malambo Femenino, rubro que el histórico certamen para nuevos valores estrenará en 2025, aprobado por unanimidad en un plenario realizado en junio pasado.
“Sí, he participado de otros selectivos, pero este año quería probar cosas nuevas y quise presentarme en Pre Cosquín a ver si se me daba poder ir y pasó todo esto’, contó emocionada a DIARIO DE CUYO la jovencita oriunda de Chimbas, que está rodeada de destacados artistas. Sobre la base que adquirió con Millón, quien la preparó hasta octubre de este año y que la asistirá en esta ocasión, Martina trabaja con Iván Aballay como preparador y con los músicos Moris Manrique y Darío Riveros, todos ellos integrantes de El Ramalazo, el arrasador combinado masculino de malambo encabezado por Juan Peletier (quien también la ha corregido algunas veces), ganador de Pre Cosquín 2024.
“No esperaba ganar, porque competí con muchas chicas grandes, con experiencia (NdeR: de San Juan y provincias vecinas). El año pasado fui a ver Cosquín y no imaginé que tan pronto ya estaría bailando ahí. No sé bien qué vio el jurado, porque tienen muchas expectativas con el malambo femenino, pero más que nada creo que fue el carisma al bailar, la alegría y sentimiento por la danza’, esbozó su teoría Martina, para quien el mayor desafío fue sostener el estado físico que se necesita para competir; algo de lo que ya sabe puesto que cuatro veces ganó las rondas locales para llegar al Festival de Malambo Femenino en Córdoba (la última en octubre de este año); donde si bien no pudo imponerse a sus pares, asegura que lo disfrutó y que le sirvió para aprender, acopiar experiencia de competencia y tener una idea del nivel con el que debe enfrentarse.
Consciente de que es la primera sanjuanina que representará a la provincia en este flamante rubro en Pre Cosquín, Martina se prepara a fondo, repartiendo su tiempo entre sus diferentes obligaciones. Cursa cuarto año en el Colegio Andacollo, donde muchas veces ha dado muestras de su arte y luego del cual le gustaría empezar la carrera de radiología, aunque no lo tiene decidido todavía. También sigue con las clases en el Instituto Camela, al que llegó este año luego de transitar por el Madrid y por otro estudio en su departamento; y donde también descubre semejanzas entre el flamenco y el malambo: “Las dos tienen mucha adrenalina y pasión’, aseguró. Y, lógicamente, de modo particular, sigue puliendo su destreza en el malambo norteño.
“Yo empecé en un taller, como para aprender, me encantó y nunca dejé. Me enamoró que tiene mucha energía, es muy apasionado, muy adrenalínico, además de poder expresar lo que sentís. Se diferencia del malambo masculino sobre todo por la delicadeza que tiene la mujer, pero si bien la fuerza no es la misma, también es muy potente’, apuntó Martina, feliz de transitar este nuevo camino junto a su equipo.
“Ya hace un par de años que estamos con Moris y Darío, son muy buenos músicos y personas muy agradables, tienen mucha experiencia y ayudan mucho. Y como Mariano no puede estar ahora, estoy preparándome con Iván. Para mí es un orgullo poder tener profes que han sido parte de El Ramalazo, campeones en Pre Cosquín. Son muy buenos profesores, muy exigentes, pero lo hacen para poder sacar una buena bailarina’, relató la artista, contenta con el progreso del malambo femenino en la provincia y en el país.
“Es un avance muy lindo, porque conozco muchas chicas a las que les gustaba el malambo y no podían bailar porque era solo para hombres, así que me parece muy bien que lo hayan incorporado, así le dan la oportunidad a las mujeres que también tienen capacidad para zapatear’, expresó, enfocada en lo que se viene para ella.
“Mi expectativa es ir y ganar (risas), pero también quiero ir a disfrutar, pasarla bien y probar ese escenario ¡Es Cosquín! ¡Tiene mil años! Es muy importante… Ya poder estar ahí representando a San Juan es un orgullo total. Pero pase lo que pase, voy a seguir dedicándome al malambo, seguiré compitiendo y seguiré bailando’, reflexionó Martina Pizarro, hija única que tiene el apoyo de sus padres y demás afectos, pero también el cariño de la delegación, donde es la más pequeña y ya la bautizaron “La Cuyanita’.
“Es súper talentosa’
Mariano Millón ha sido el preparador de Martina a lo largo de ocho años, desde que comenzó. Este 2024 la preparó, una vez más para el Campeonato de Malambo Femenino que se realiza en Córdoba en octubre, y entonces debió delegar el mando, por razones personales y laborales, según contó; si bien se sumará para acompañar al equipo en Pre Cosquín 2025.
“Siempre hemos trabajado para el Festival de Malambo Femenino, ese es el objetivo de cada año, y como ahora salió el rubro de Solista de Malambo Femenino en Pre Cosquín, ella decidió presentarse, con Iván al frente del proyecto. Si bien sigue siendo una niña para un festival como Cosquín, ya está en edad de poder competir, así que está bueno que lo haga. Como bailarina es súper talentosa, muy ágil, alegre, le gusta mucho zapatear. Por momentos tiene un carácter fuerte, que arriba del escenario lo hace notar. Creo que ha logrado mejorar en cuanto al aspecto actitudinal arriba del escenario, se va convirtiendo en una artista fuerte, con decisión y creo que eso la va a potenciar para cuando llegue a las categorías mayores, donde realmente se ve quién está preparado y quién no para lograr un campeonato.
Es un buen inicio, un buen comienzo y tenemos mucha expectativa de que le vaya muy bien en Pre Cosquín. Esperemos que logre el objetivo, que es representar de la mejor manera a la provincia, y por qué no, tratar de buscar una final, así que siempre desearle lo mejor. Sé que si trabaja duro como lo ha venido haciendo, va a lograr un buen resultado.