Mechas, tintes, reflejos, muchas mujeres optan por dar color a su cabello para cambiar de look, tapar sus canas o para verse mejor. Pero no siempre se consigue el resultado deseado. Si estás cansada de no dar con el color indicado, Mauro Villegas, estilista y experto en coloración te cuenta cuáles pueden ser los motivos y también los tips para que no te vuelva a pasar.
En el terreno del cuidado capilar, es cierto que hay muchos factores a tener en cuenta que a veces hacen que conseguir una melena sana y brillante, sea de lo más complicado. No solo tenemos que tener en mente la hidratación o el encrespamiento, sino que, si te has decolorado el pelo a rubio o castaño claro, también tienes que evitar los tonos anaranjados. Mantener el cabello con una coloración impecable puede ser uno de los mayores desafíos, especialmente si hacemos esa transición a tonalidades más claras. Esto puede derivar en los matices de color que son tan poco bienvenidos en nuestro pelo. Y, es que los problemas de coloración pueden dar más de un disgusto. Algunos de los errores más habituales son:
‘Uso siempre el mismo tinte, pero tengo el pelo cada vez más oscuro, sobre todo las puntas’. El problema es la saturación de color que se produce al reaplicar el tinte en todo el cabello. Para evitarlo, cuando se hacen los retoques es importante que el producto se aplique sólo en las raíces, donde se ve diferencia de color. Cuando queden diez minutos para que finalice el tiempo de aplicación, se extiende el producto por medios y puntas.
‘He aclarado mi pelo moreno y se ha quedado naranja en vez del rubio que buscaba’. Los tintes pueden aclarar hasta dos tonos sobre una base oscura, y hasta cuatro si el color natural es claro. Si la diferencia de tonos es mayor, es imprescindible realizar primero una decoloración y después, aplicar el color elegido.
‘Llevo años haciéndome mechas, y ahora estoy demasiado rubia’. Para evitar que la repetición de mechas acabe aclarando por completo la cabellera, el colorista debe mezclar de vez en cuando reflejos más oscuros.
‘Me he puesto un tinte más claro que mi coloración habitual, y el pelo se ha quedado incluso más oscuro’. Existe una regla de coloración básica: tinte sobre tinte no aclara. Es decir, si el cabello es teñido, siempre se tendrá que decolorar primero y, luego, aplicar el color elegido.
‘Al teñirme, las puntas se han quedado con mucho más color’. El tinte actúa más en las zonas de cabello dañado o poroso, y por eso, las puntas, siempre más castigadas, toman más color. Una opción es no llevar el tinte a puntas hasta diez minutos antes de acabar la coloración o aplicar crema protectora sobre las mismas para evitar que absorban demasiado color.
‘Me he dado mechas en casa, y han quedado demasiado grandes’. El secreto es tomar mechones muy, muy finitos. Como el pelo está mojado, es fácil equivocarse y coger más cabello del necesario. Conviene aplicarlos sobre todo en la parte superior de la cabeza y en torno al rostro, como si fuera efecto del sol.
Buenos consejos
En la mayoría de los casos queremos vernos iluminadas porque sentimos que nuestro color natural no nos sienta bien, nos apaga y endurece los rasgos. Hablar de los oxidantes que se colocan para las tinturas es la clave para no cometer errores, aclara Mauro. Como regla general los diferentes tipos de oxidantes son fundamentales en el tono de coloración:
El oxidante de 9 volúmenes: este oxidante más suave, no llega a barrer el color original del cabello. Es para tonalizar y no aclarar. Ejemplo, una mecha blanca la tonaliza al dorado.
El oxidante de 20 volúmenes: este aclara, toma el pigmento de la tintura que se aplica en la cana.
El oxidante de 30 volúmenes: es solo para decoloración, mechas, reflejos, contouring, balayage o iluminación.
El oxidante de 20 volúmenes, si tienes canas, te toma la tintura que aplicas. Ahora bien, si es de 9 volúmenes no toma la cana. Los colores realizados por tintura, donde hay una oxidación alta, presentan un destello cálido, que no llega a ser naranja. El naranja aparece cuando forzamos el color natural del pelo y le aportamos un color más claro. Es importante respetar el color natural de base y a partir de allí, se elige la iluminación o el aclarado.
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Mauro, recomienda recurrir a un servicio de matizado cada cierto tiempo, para mantener el color intacto y evitar esos tonos tan poco deseados. En el mercado hay un montón de productos como shampoo con matizadores (morado o lila) para que desde casa poder ir manejando o tratando el cabello y así no tener el color no deseado, el naranja. Lo ideal es hacer mechas y color para llegar al resultado deseado.
Es fundamental el asesoramiento del profesional y además, aconseja que no se utilice en forma constante.
Mauro y su hermana Bettina son los dueños de Chic Coiffeurs, llevan 24 años dedicados al estilismo, para ellos la clave está en que la clienta salga a gusto y con un buen asesoramiento respecto de su cabello. Además, los dos han tomado cursos sobre Visagismo, es decir de acuerdo a la forma de cara y marco, corresponde asesorar en cuanto al corte y color de pelo.
El Dato:
Chic Coiffeurs – Bettina y Mauro Villegas
Belleza, cosmética y cuidado personal
Instagram: chiccoiffeurs.sj