Una selección de folclore cuyano ganará el escenario del Auditorio Juan Victoria el domingo próximo y será de la mano de una de las formaciones musicales más aplaudidas por el público, La Camerata San Juan. En esta oportunidad, y con Andrés Cantos como invitado para entonar algunos de los títulos (Nico Olivieri iba a ser de la partida, pero debió “bajarse” por razones de salud), la agrupación local desplegará tonadas, cuecas y gatos -y alguna que otra yapa- en su propio lenguaje.

“Esta es una época muy especial en cuanto a que hay varios festejos patrios, como el 20 de junio y la fundación de San Juan, pronto el 9 de julio; y para nosotros es un clásico hacer folclore en esta fecha, apostar a nuestra identidad. La Camerata ya tenía un repertorio folclórico desarrollado, porque de hecho es lo que le dio la razón de ser, ya que se creó con el objetivo de dar un espacio a los autores y cantantes sanjuaninos; y en esa línea se ha puesto en valor al menos lo más representativo del repertorio folclórico local. Sí nos quedaba pendiente incluir algunas tonadas, sobre todo de quien es su máximo exponente, Ernesto “El Negro” Villavicencio”, contó Pablo Grosman a DIARIO DE CUYO la génesis de este show. “Entraron títulos como La tonada jamás morirá y Mi amor en una tonada, repertorio nuevo con arreglos nuevos, y eso ha enmarcado el trabajo de otros autores que también vamos a hacer en esta presentación, como “El Bebe” Flores, Raúl De la Torre, Buenaventura Luna, entre otros”, agregó el concertino, quien adelantó que incluso estrenarán un arreglo propio de “Chacarera”, del compositor Luis Gianneo (parte de obra Cinco piezas para violín y piano).

“La primera vez que hicimos música popular fue con Los hermanos De la Torre, Hugo y Raúl; y fue todo un descubrimiento y un aprendizaje. Nosotros no venimos de ese ámbito y es un orgullo haber hecho este camino y entender cuál es la razón de ser de una orquesta como la nuestra en San Juan, que no la veo de otro modo. Nosotros hacemos repertorio universal, pero me parece una obligación atender también a nuestros autores y a nuestras voces”, apuntó el violinista, para quien Mario Zaguirre fue un puntal en este terreno. “Poner en valor esta obra se hace, primero, a través de la pluma magistral del arreglador Enzo Pérez, que convierte una canción sencilla en una obra para orquesta, renovando un repertorio que está más circunscripto a las guitarras. Y luego, interpretándolo, ofreciéndoselo al público del mejor modo posible, con mucho amor, mostrándole que esto es lo nuestro y que tiene mucha valía. Nuestro folclore existe; ayudar a que se difunda, a que llegue a más gente, a que suene en el Auditorio Juan Victoria -que es un templo de “la” música, no de “una” música- es para nosotros una razón de ser”, se explayó el artista, para quien este repertorio “habla de cosas que nos definen”. “Es un poco como mirarse al espejo y tiene una gran riqueza desde ese lugar; además de ser música actual, contemporánea, y esa también es toda una experiencia”, marcó.

Respecto de cómo se le pone sello propio -en este caso, el de La Camerata- sin que pierda su esencia, Grosman explicó que “la forma de reescribirlo y de interpretarlo, en este caso a través de un grupo sinfónico, tiene que ver con cómo se siente y cómo se quiere decir esa obra de forma renovada. Pero eso lo debería contestar el maestro Enzo Pérez, que es el que hace la magia. Él no escatima en recursos y, desde lo compositivo, los temas terminan siendo bastante complejos y difíciles de tocar, pero para bien”, expresó. “Bueno, ese es el gran desafío”, tomó el guante el responsable de traducir “al idioma clásico” el folclore sanjuanino. “Por ahí la esencia rítmica que tiene la música popular es lo más difícil de captar, en particular el folclore, con sus giros y su idiosincrasia. El cuyano, además, tiene mucho trabajo de guitarra, los punteadores, el floreo… Llevarlo al sonido de una orquesta de cámara, a una partitura para que la lean músicos clásicos y que al momento de sonar mantenga su espíritu, es el asunto”, declaró Pérez, quien tiene su margen de creatividad, que hace a ese “sello” o “toque” propio. “Después la gente dirá si se produjo la magia… Si bien uno confía en su trabajo, la última palabra la tiene el que escucha”, aseveró el arreglador, confeso admirador del folclore sanjuanino, “tan simple, tan profundo, tan nuestro”; quien no cree que llevar la música popular al formato orquestal la “jerarquice”.

“Yo creo que nosotros nos jararquizamos también al abordar estas páginas e incluir en nuestro repertorio estas músicas. No comparto eso de las jerarquías en el arte y en la música en particular. Toda música y toda expresión artística genuina es valiosa en igual medida. Lo que hay son distintos lenguajes, formas de expresión, tradiciones; pero cuando están hechos desde la honestidad artística, son igualmente valiosos”, consideró.

“No se ha desvirtuado nada, han respetado muchísimo las obras y ha quedado precioso”, sumó por su parte el único cantante que tendrá la velada, “contento” de volver a esas raíces folclóricas que aprendió a querer en familia, de la mano de la Camerata, con la que ya había tenido una experiencia el año pasado, aunque en otro género. “Fomentar la música netamente cuyana me pone muy feliz. Hace tiempo se viene trabajando en eso y esta es una propuesta muy importante, muy valioso que se vea que no sólo es guitarra y canto, sino que también se puede llevar a otro ámbito”, opinó Andrés Cantos. “Ya en los ensayos se me pone la piel de pollito, ver que puedo hacer una tonada o un vals orquestados es súper bonito. ¡Hay tantos recursos para ir más allá con la música cuyana! Yo parezco niño con juguete nuevo… Feliz de que me hayan convocado”, añadió el intérprete, para quien la conjunción de la calidad del espectáculo y la entrada accesible son una invitación indeclinable para el público, especialmente para las nuevas generaciones.

DATO 
“Mi amor en una tonada”. Domingo 30 de junio, a las 20 hs, en el Auditorio Juan Victoria. Entradas $1.000 (adultos), $500 (niños), en venta en www.tuentrada.com y boletería.

 

Por Estela Ruiz M.
Foto Daniel Arias
DIARIO DE CUYO