Al referirnos al sentimiento de la amistad debemos tener en cuenta que sostener y cuidar estos vínculos a lo largo de la vida, no solo nos enriquece emocionalmente, sino que también nos ayuda a crecer y evolucionar como individuos.

Especialistas en psicología sostienen que una de las claves que forjan las auténticas amistades es la de ir creciendo juntos con intereses en común, la misma filosofía de vida y el sostenimiento de una escala de valores en común. La empatía también es muy importante a la hora de establecerse vínculos de amistad, porque es lo que permite que dos individuos puedan entenderse a pesar de las diferencias.

Cada año para esta fecha se celebra el Día del Amigo como una jornada destinada a expresar gratitud a aquellas personas que han estado a nuestro lado, compartiendo alegrías, tristezas, desafíos y logros.

El hecho de que todos los 20 de julio se rinda tributo a la amistad se los debemos a Enrique Ernesto Febbraro, un profesor, odontólogo y músico oriundo del partido de Lomas de Zamora, en Buenos Aires, quien al momento de que el hombre llegara a la Luna, en la misión Apolo XI, envió más de 1.000 cartas a todas las embajadas del mundo con la intención de instituir en esta fecha, a nivel global, el Día del Amigo. La mayoría de los países aceptaron la propuesta, de ahí el carácter internacional que tiene esta celebración.

La amistad es un sentimiento positivo entre dos personas, que se inicia a través de una simpatía y estimación mutua. Son muchos los fenómenos que se producen en su interior, pero podrían resumirse diciendo que se trata, ante todo, de un estado subjetivo en el que el protagonista es uno mismo.

Entre otras virtudes de la amistad hay que reconocer que los amigos acompañan y sostienen no solo en la alegría sino también, y sobre todo, en los momentos de tristeza. Es por ello que hay que buscar vínculos afectivos saludables, alegrarse por el bien del otro, darle lugar tiempo y dedicación a estas relaciones y estar en el momento justo cuando el amigo demanda nuestra presencia.

Se ha llegado a la conclusión de que para que una amistad crezca sanamente hay que tener vivencias en común y reunirse a charlar encontrándose cara a cara una vez cada tanto.

En nuestra provincia, como también en toda la Argentina y gran parte de Latinoamérica la amistad es fundamental para la vida humana. Siempre lo fue, aunque a partir de la pandemia esto se reivindicó dándosele gran importancia al hecho de compartir un momento, de tomar un mate o compartir un café entre amigos.

El culto a la amistad es un aspecto muy importante de nuestras vidas que no se debe descuidar, ya que en la mayoría de los casos es el sustento de una vida de relación que ayuda a sobrellevar los malos momentos que en alguna oportunidad nos toca vivir.