Escueto. En sus últimas palabras ante el tribunal, en el cierre del juicio, Emanuel Antonio Díaz (26 años, jornalero) buscó atenuar su responsabilidad: ‘Con M. tuvimos discusiones, pero nunca abusé de ella’, le dijo a los jueces Mabel Moya, Carolina Parra y Javier Figuerola. Un rato después, comprobaría que sus palabras no pudieron conmover la gran cantidad de prueba que lo complicó por dos ataques (uno más grave que otro) contra dos jóvenes que fueron sus parejas: la paliza que le dio a una de ellas, por celos, en noviembre de 2021, luego de cuatro años de convivencia. Y la más reciente y aberrante; las trompadas, las patadas, los golpes con un palo y los cuchillazos que, en octubre del año pasado, sufrió otra joven de 25 años, que fue su novia por cinco meses. A esta joven, la obligó a mentir que cuatro sujetos los habían asaltado y que ella, para protegerlo cuando lo noquearon, se tiró encima suyo resultó apuñalada en sus piernas, un glúteo, su espalda y la cabeza. La violencia contra esa joven no terminaría ahí, pues cuando estuvo internada fue violada en tres ocasiones en el hospital de Sarmiento. Y, cuando le dieron el alta, la mantuvo encerrada, siguió golpeándola, amenazándola con el mismo cuchillo con el que prometía muerte, para ella, para sus hijos o su madre, y volvió a violarla. Fue en esas situaciones que la joven le escuchó decir que se exitaba con el olor a sangre.
En la apertura del juicio, el fiscal coordinador Roberto Ginsberg y las ayudantes fiscales Erica Funes y Yanina Márquez, le anticiparon al tribunal que buscaban un castigo de 27 años para Díaz. Pero hoy, podrían solicitar una condena mayor, porque durante el debate, la víctima detalló otras situaciones de violencia, como el hecho de que en el hospital, la había sometido en tres ocasiones y no como dijo en su primera denuncia: dos en el baño y otra más en la cama donde estaba internada.
El 6 de noviembre de 2023, la joven se animó por fin a denunciar que lo del violento asalto había sido una mentira inventada por Díaz. Y que en realidad aquella madrugada del 4 de octubre del mismo año, su ahora ex estalló en celos luego de una cena con amigos de él, que le habían dicho que era linda.
Ayer, en sus alegatos, la defensora, María Filomena Noriega, intentó debilitar el alegato fiscal. Dijo que no se probó que la joven hubiera estado privada de su libertad y tampoco los abusos sexuales. Habló y pidió a los jueces considerar los problemas psicológicos del joven, a causa de su adicción a las drogas. Solicitó absolución o que le den por cumplida la pena con lo que lleva detenido (casi 1 año) por lesiones.
Hoy, los jueces darán su veredicto.