En las próximas horas, el juez federal Leopoldo Rago Gallo indagará a una mujer que fue sorprendida por personal de Gendarmería en el control de San Carlos, Sarmiento, cuando intentaba pasar hacia Mendoza con 4,157 kilogramos de cocaína que había ocultado y distribuido en cuatro parlantes inalámbricos que traía de la provincia de Salta.
La sospechosa, era parte de un tour de compras que había partido hacia la provincia norteña en un colectivo. Y ahora el juez deberá determinar si era solo una ‘mula’, término que en la jerga delictiva alude a las personas que son contratadas por los narcotraficantes para el traslado de la mercancía ilegal. O si, por el contrario, resultó ser un eslabón con un rol más activo en la comercialización de la sustancia, que tiene valores millonarios en el mercado negro.
El operativo que concluyó con la detención de la mujer fue el resultado de un trabajo conjunto del Escuadrón Núcleo de San Juan, el Escuadrón 64 de Mendoza, la sección Seguridad Vial y policías de la provincia vecina.
Había sido la exhaustiva revisión de cada bulto del colectivo y el dato de que podría venir una carga de estupefacientes, lo que activó las alarmas de los gendarmes. Y el punto se corroboró cuando una de las pasajeras no pudo ocultar sus nervios y terminó delatándose, indicaron fuentes de la investigación.
Si tenía un rol menor o una participación clave en los engranajes del narcotráfico, es ahora tarea de los investigadores. Y una de las pruebas fundamentales para determinar esa vinculación con los narcos, partirá del análisis del teléfono de la sospechosa, pues todo indica que los intercambios de comunicación concretados con ese aparato, podrán develar si se limitaba a recibir instrucciones o estaba efectivamente a cargo del traslado de la droga, indicaron fuentes del caso.