Una vez más, Bolivia se vió sacudida ayer y la democracia vive horas críticas por un intento de golpe de Estado que tiene en vilo al país. Todo comenzó cuando miembros de las fuerzas armadas tomaron el control de la plaza central de la Paz, cuando un vehículo blindado embistió la entrada al palacio presidencial, seguido por soldados que ingresaron corriendo, generando temores de un golpe militar.

En un mensaje al país, el presidente Luis Arce denunció que hay un intento de golpe de Estado e instó a los ciudadanos a salir a defender la democracia.

“El país hoy está enfrentando un intento de golpe de Estado, hoy el país enfrenta una vez más intereses para que la democracia en Bolivia se trunque”, sostuvo y agregó: “Necesitamos que el pueblo boliviano se organice y se movilice en contra del golpe de Estado en favor de la democracia”.

También el expresidente Evo Morales -enemistado con Arce- repudió la sublevación que lideró el comandante general del Ejército, Juan José Zúñiga, relevado ayer tras el intento de golpe. Los militares se replegaron dos horas más tarde y el Jefe de Estado designó a una nueva cúpula de las Fuerzas Armadas. Anoche se vivía una tensa paz en la capital.

El expresidente Evo Morales, que públicamente ha roto con Arce aunque ambos pertenecen al mismo movimiento socialista, anunció una movilización nacional de sus seguidores en un publicación separada en X y acusó al general Zúñiga de instigar el golpe.

En declaraciones a la prensa, antes de su destitución, Zúñiga dijo que el ejército, la fuerza aérea y la armada boliviana se encuentran acuarteladas en todo el país. “Están los tres comandantes de las fuerzas, hemos venido a manifestar nuestra molestia”, dijo Zúñiga. “El pueblo pide basta, basta de saqueo en nuestro país, basta de destrozar a nuestro país”. “Pronto va a haber un nuevo gabinete, no puede seguir más así nuestro país”, agregó e informó que liberará a todos los presos políticos, incluso a la expresidenta interina Jeanine Añez, quien criticó la movilización militar.

Los ascensos militares, los presos por las revueltas de 2019 y un posible regreso de Evo Morales al poder están entre las causas del levantamiento.