Con la mirada fija y algo desafiante en el equipo de Fiscalía durante la audiencia, Jonathan Santiago García (36 años, alias ‘Chato’) pareció confirmar porqué resultó condenado cuatro veces y registra múltiples causas abiertas por un abanico de delitos, con un denominador común: sus arranques de violencia. Esas reacciones son las que llevaron a su propio padre y a uno de sus hermanos a denunciarlo por haberlos agredido, y todo indica que esas descargas de furia lo llevaron a iniciar dos incendios, uno de los cuales tuvo como blanco la casa de su padre, dijeron ayer fuentes judiciales.

Tal es su fama de violento en su vecindario en 9 de Julio (límite con Alto de Sierra, en Santa Lucía), que las tres mujeres que el último miércoles lo denunciaron (quedó preso el jueves) por haber exhibido sus genitales o haberse masturbado frente a sus hijas (dos hermanas de 11 y 10 años, otra pariente de 10 años de esas niñas y otra nena de 11), pidieron que se reserven sus nombres porque le tienen miedo al ‘Chato’ García.

Ese temor de las víctimas, fue una de las razones en las que la ayudante fiscal, Luciana Fasoli, y a Rocío Toledo (UFI ANIVI), apoyaron su pedido al juez de Garantías, Federico Rodríguez, para que deje con prisión preventiva al sospechoso durante 6 meses. El magistrado así lo decidió y concedió igual plazo para concluir la investigación contra García, imputado por exhibiciones obscenas agravadas.

Lucas Quiroga, ayudante de Defensa Oficial, negó los hechos atribuidos a su defendido y buscó -sin éxito- que no quedara detenido, solicitando que se le concediera prisión domiciliaria o una vigilancia electrónica.

El próximo paso será que los psicólogos del ANIVI le tomen declaración a todas las niñas en audiencias grabadas en audio y video. Entonces se confirmaría (todo indica que puede ser así) que este changarín se exhibía y hasta se masturbó ante una nena de 11 años que salía en su vecindario a repartir el pan que vende su mamá.

El resultado de esa investigación será clave para el ‘Chato’ García, pues luego de esos relatos y de las evaluaciones que hagan las psicólogas, se sabrá si queda o no al borde de recibir su quinta condena. En las restantes cuatro recibió 6 meses por lesiones amenazas, 1 año de prisión efectiva por lesiones leves, otros 11 meses por el mismo delito y 6 meses más por lesionar a su padre a su hermano, dijeron fuentes judiciales.

Robos, hurtos y hasta tenencia ilegal de armas figuran como causas abiertas (sin resolución) en la planilla prontuarial de este sujeto de temperamento complicado.