El golpe de la semifinal perdida había sido duro. Lo sintieron pero ayer dieron una lección de recuperación y jugaron un gran partido ante el anfitrión Italia. Ganaron merecidamente 7-4 y se subieron al podio ganando la medalla de bronce. Estos chicos son un ejemplo de hombría y esfuerzo deportivo. No ganaron la medalla de oro. Se quedaron con la de bronce y dejaron bien sentado el prestigio del hockey sobre patines argentino. Por eso el color de la medalla pasa a ser un simple formulismo porque ellos merecieron la del color más valioso por todo lo que dieron acá, en Novara, Italia.
Más que una búsqueda deportiva, el partido de ayer por el tercer puesto frente al dueño de casa era un desafío emocional. Jugarse enteros por el triunfo. Eso emparejaría en parte el golpe del día anterior. Y así fue porque los chicos entraron decididos a llevarse la victoria. Justo con el mismo rival con el que jugaron por el título en el Mundial pasado de San Juan. Claro, éstos son otros chicos. Y los que vendrán en el otro Mundial también lo serán. Así es esta categoría, entonces este nuevo logro es también incomparable.
A segundos de cumplirse los primeros 5′ de partido el local sorprendió. Uva anotó ante el delirio de tribunas mucho más pobladas que los días anteriores. Era todo alegría aunque ‘Tomy’ López de encargó de aplacarla. Seis segundos después empató el partido.
Todo se hizo más parejo pero de nuevo el dueño de casa aprovechó estar en supremacía numérica y pasó a mandar 2-1 con tanto de Carrieri. De ahí en más Argentina fue una tromba. Tanto que antes del descanso anotó tres goles (dos de Manrique, otro de Rossignoli y uno más de Marzonetto). Italia no aguantó y la Albiceleste sacó una clara diferencia (5-2).
En el complemento el local largó como para comerse al equipo argentino. Y lo logró en los primeros minutos. Descontó dos veces (Tomba y Uva) y quedó a tiro. Pero Argentina reaccionó y sacó una nueva diferencia (López) para terminar floreándose con un último gol de Gallardo.
Fue victoria indiscutible por 7-4. Fue sacarse la bronca. Fue demostrar que el hockey argentino sigue en primer plano. Por eso estos chicos ganaron el bronce pero en realidad son de oro.