Cuál es la realidad de Gago con Boca hoy es el gran interrogante. Hay preguntas que no tienen respuestas específicas. Sobre todo, cuando se trata de una operación que requiere cuidados intensivos en cada uno de sus elementos. Por lo pronto, lo que respalda todo es una certeza: Pintita es el entrenador que Román quiere para reemplazar a Diego Martínez. Su plan A, B y C. Al punto, que no maneja otra opción, otro nombre, otra alternativa. Entonces se vienen horas decisivas. Porque ahora sí, el tiempo empieza a correr. Acá y allá. Acá, porque el partido por Copa Argentina ante Gimnasia se acerca (se juega el 23 en cancha de Newell’s) y para ese encuentro clave, uno de los dos pasaportes que le quedan a Boca para meterse en la Libertadores 2025, en el Xeneize aspiran a tener ya al nuevo DT.
Allá, justamente, se dio el mejor ejemplo de por qué la teoría del pacto de confidencialidad se impone por estas horas. Gago tuvo que hablar y responder por su futuro y lo que dijo, de repente, se le volvió en contra. Porque pesó más la desconfianza que lo que el propio entrenador intentó transmitir: ‘No tuve ninguna oferta. Nada. Ni yo ni gente de mi entorno. Es algo que no sé de dónde salió. No corresponde de mi parte’, fueron las palabras que nadie en Guadalajara creyó. Así como el DT espera en México, Román también está en una posición expectante en el predio de Ezeiza. Por ahora, delegó el plan Gago en una persona de su extrema confianza, como Daniel Bolotnicoff. Y al mismo tiempo, parece manejar el tema con la paciencia de quien sabe que todo se resolverá. O, en definitiva, de quien tiene una sola carta para jugar. Porque no hay otro entrenador sobre la mesa.