Anoche, con todas sus ilusiones intactas, viajó el plantel de San Martín a Córdoba, donde mañana jugará la posibilidad de lograr su cuarto ascenso a la Primera División del fútbol argentino. Y en ese grupo de hombres que cargan sobre sus físicos una larga y exigente temporada, está quien llegó en la última ventana de incorporaciones y se transformó en su as de espadas, en el goleador que le faltaba a un equipo que fue encontrando su identidad con el correr de los partidos y se convirtió en el segundo de mejor rendimiento en la fase regular. Luego de probarlo ayer en la práctica de fútbol, Raúl Antuña dio el visto bueno y citó entre los convocados a Nazareno Fúnez.

El caso de Fúnez no es uno más, es todo un ejemplo de amor propio, convicción y fe. Hace una docena de días debió ser operado de urgencia por una apendicitis. Su aporte había sido clave en los partidos de cuartos de final con All Boys, especialmente en la ida, donde anotó el tanto de la victoria. Y, por lo que significaba su presente goleador se había convertido en pieza clave en la estructura ofensiva del verdinegro. La noticia cayó como balde de agua fría. El equipo lo extrañó contra Nueva Chicago, pero se fortaleció en el espíritu de conjunto que lo ha llevado a estar donde está ahora, a solo 90 minutos de volver al circulo privilegiado del fútbol campeón del mundo.

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La convicción y ganas de realizar su aporte para el ascenso motivaron el esfuerzo del goleador verdinegro.

Y si hace doce días parecía que el mundo se venía abajo por Concepción. Luego de la práctica de ayer, el Planeta Verdinegro recibió una inyección de fe, que a esta altura de los acontecimientos es alentadora. Fúnez, que durante su período de convalecencia se puso en manos del preparador físico del plantel y de su entrenador personal Nicolás Carbajal aclaró que lo suyo fue complementario: “buscamos fortalecer la zona media y recuperar la movilidad que había perdido. Fortalecer para evitar otros riesgos que no eran por operación sino por la inactividad”, explicó.

Que Fúnez juegue de entrada o salga entre los suplentes lo decidirá el técnico. Lo cierto es que el esfuerzo hecho por el jugador motiva y contagia a todos a buscar, de cabeza, el ascenso.

Un especialista
Nicolás Carbajal lleva casi 10 años trabajando en la preparación de futbolistas y con San Martín lo une no solo sus sentimientos por el club de Concepción sino que siempre los futbolistas que llegan a jugar en el Verdinegro, lo eligen a él para una preparación especial. Incluso lleva años trabajando con Matías Giménez y Francisco Álvarez, que a pesar de que ya no juegan en San Juan, lo eligen para que les indique sus planificaciones y más de una vez el ‘profe’ Carbajal se instaló en Buenos Aires para realizar la pretemporada de manera personalizada con los futbolistas sanjuaninos.