Abel tenía 11 años, asistía a la Escuela de Educación Especial Hebe Arce Videla de Oro en Albardón cuando una profe de Educación Física le preguntó si se animaba a correr. El no dudó en aceptar y ese mismo año participó en los Juegos Nacionales Evita. Han pasado 20 años desde aquel momento y ahora no sólo se prepara para participar de su cuarto “Ironman” -en marzo próximo-, sino que durante todo este tiempo contagió su pasión a cuatro de sus nueve hermanos. En la actualidad, cada uno de ellos cosecha copas y trofeos en diferentes competencias, sin dejar de lado, por supuesto-, sus trabajos en albañilería o “en la gamela” en fincas de la zona para aprovechar la temporada. Se puede decir, sin miedo a equivocarse, que los Muñoz son un ejemplo de constancia, perseverancia y talento. La afirmación tiene respuesta más allá de los resultados (que son muy buenos), teniendo en cuenta que jamás dejan de entrenar aun cuando llegan de la dura jornada de cosecha, o incluso se animan a ir corriendo a su trabajo para volver del mismo modo. El tema es no perder ni un día de práctica. A pura voluntad, a puro pulmón.

Es sábado, 9.30 de la mañana y desde su casa en el Barrio Kirchner, casi en el piedemonte del Cerro Villicum, Abel (31), Osvaldo (24), Jesús (32) y Fabricio (22), junto a su mamá Laura Morales, esperan -mate de por medio-, para contar esta emocionante historia de la familia atleta. Sólo Alesandro no pudo estar debido a que trabaja en Rodeo.

Abel, el único “Ironman”

Recuerda con humildad que apenas la profe de gimnasia de la escuela de Educación Especial de Albardón le propuso comenzar a correr, se puso manos a la obra. “De inmediato me preparó para los Juegos Evita y empecé en esa competencia nacional. Desde entonces sólo paré dos años al poco tiempo de iniciar, luego retomé y nunca más dejé de formar parte del deporte adaptado que organiza la Secretaría de Deporte de la provincia. Tomo dos colectivos para ir a La Granja en Santa Lucía para a entrenar tres veces a la semana”, cuenta Abel que, a diferencia de sus hermanos -que prefieren el deporte en la montaña-, se dedica a correr en pista y ruta.

Por estos días su entrenamiento es más que especial porque el 6 de abril correrá los 21 kilómetros del Aironman junto a la reconocida Majo Quiroga en Ciclismo.

Además en marzo participará de una importante competencia en Neuquén a la que fue invitado, siempre de la mano de la profe Valeria Tello, a cargo de su entrenamiento.

Los Muñoz forman parte de una familia muy trabajadora por lo que comprar las zapatillas, la indumentaria y los suplementos para atletas de élite no es nada sencillo. Lo logran cosechando en épocas de vendimia o dedicándose a la albañilería. No cuentan con ayuda económica de ningún tipo, ni siquiera del municipio, aun cuando representan a San Juan en muchos lugares del país.

Claro que siempre hay una excepción. Se trata de la familia de Saúl Morales y Analía Araya , propietarios de Podium, una casa de deportes ubicada en Albardón, que siempre está presente con alguna ayuda, incluso ofreciendo un lugar para llegar a las competencias fuera de la provincia.

Siempre Unidos. Emoción de hermanos cuando Jesús termina sus primeros 60 kilómetros.

Osvaldo, resistencia extrema

Abel puso tanta garra en este deporte que sus hermanos comenzaron a imitarlo. Osvaldo es uno de los que siguió su ejemplo y se convirtió en otro de los protagonistas. “Alfredo Nuñez, un corredor albardonero y amigo de un tío que ya falleció, lo invitó a mi hermano Alesandro que vive en Caucete, a participar de una carrera y enganchó de inmediato. Al poquito tiempo me sumó a mi. Ahí ya éramos tres los que corríamos. Luego se entusiasmó Jesús y finalmente Fabricio. Desde entonces los 5 corremos”, cuenta Osvaldo, quien es entrenado actualmente por Mariano Fernández.

En ocho años ha sumado premios y sobre todo ha demostrado que es apto para carreras de alta resistencia. Tanto que se prepara para participar en cuatro competencias durante el 2025 que le servirán de antecedente para el Ultra Talampaya que se hará en el 2026 y cuenta con un circuito de 260 kilómetros que se corre en aproximadamente 4 días.

Mientras tanto el 29 de marzo próximo competirá en la Backyard Ultra, una carrera de origen europeo que por primera vez llega a la Argentina. Se realizará en Club Kayak San Juan en Ullum, y es una ultramaratón en la que los competidores deben correr consecutivamente la distancia de 6,7 kilómetros. Sólo hay un ganador: el de mayor resistencia.

Las otras tres competencias previstas para este 2025 son los 100 kilómetros de Punta Negra , los 85 de Tierra de Gigantes y a fin de año los 50 kilómetros del Desafío Ichura en La Rioja.

Osvaldo tiene en su haber muchas competencias en la provincia, en Mendoza, Córdoba y La Rioja. “He participado en carreras como la de Ansilta, Salomón, el Maratón Internacional de San Juan, Punta Negra y considero que todas han sido muy importantes para mi. De hecho en las competencias largas el primer objetivo es llegar porque son extenuantes”, aclara.

Entre sus logros figura el Circuito Punta Negra en Ullum donde por primera vez corrió 84 kilómetros en 12 horas 13 minutos. Luego sigue el de La Rioja donde hizo 62 kilómetros y obtuvo el segundo puesto en la general, tras haber enfrentado a los mejores atletas de todo el país.

También en Mendoza, en media maratón, obtuvo el segundo lugar en su categoría el año pasado.

“Hay deportistas que se dedican a lo mismo que nosotros pero afortunadamente ellos pueden entrenar mañana y tarde, incluso tener el descanso necesario. Nosotros no podemos”, relata.

Alesando, el gran trepador

Ale fue el primero que siguió los pasos de Abel, aunque ahora su ritmo de competencia ha disminuido debido a que trabaja en Rodeo en una empresa de construcción y sus horarios están acotados. No obstante sigue a su ritmo.

Como casi todos los hermanos Muñoz, comenzó a competir en la clásica carrera Circuito de Navidad que se realiza desde hace unos 40 años en El Rincón, Albardón y cuenta con dos opciones de 4 y 8 kilómetros respectivamente.

Su principales circuitos hasta ahora, además de los locales, han sido La Rioja y Chile donde tuvo oportunidad de competir a nivel internacional.

“Ale es un corredor de altura por excelencia. Es increíble subiendo, no le gana nadie, Para que se entienda le cuento que un año corría en el Cerro Negro y al otro día participaba de los 25 kilómetros de Cielo Nocturno y le ganó por dos segundos al corredor que venia de ganar el campeonato argentino. Tiene un corazón y una fuerza increíbles. Ahora le cuesta un montón porque el trabajo no se lo permite”, cuenta Jesús con visible admiración ya que él no pudo estar en la cita.

De por sí es difícil que todos se encuentren a la hora de entrenar porque al ser varios las disponibilidades horarias son diferentes. No obstante se apoyan incondicionalmente incluso a la distancia. Es que otra de las virtudes de los Muñoz es que forman una familia muy unida.

Jesús, el inquebrantable

De voluntad férrea. Hace siete años que corre y nada lo ha detenido para entrenar. El gran ejemplo de esto fue cuando iba a enfrentar -por primera vez-, una importante carrera que se realiza en Barreal y la única manera de entrenar era ir corriendo hasta la finca de San Martín donde trabajaba y volver del mismo modo. Insuperable. “Me levantaba a las cinco de la mañana, en una mochila llevaba la ropa de trabajo y me iba corriendo desde Albardón hasta la finca para aprovechar el tiempo de entrenamiento”, relata.

Las competencias, para él, son todas importantes, tanto que no podría a una por encima de otra, porque al tratarse de circuitos muy largos, lo más importante es terminar.

“Además la carrera en sí no es lo único significativo, antes uno tiene que pensar en las zapatillas, la indumentaria, los suplementos, el hospedaje, entonces el hecho de participar para mi ya es lo máximo”, indica Jesús quien entrena con Matías Espejo que se encarga de guiarlo y planificar su rutina semanal.

No obstante sus resultados son más que alentadores, tanto que en el Campeonato Nacional de Distancia Classic (42 km) realizado en La Rioja donde corren los mejores deportistas del país, más otros cientos de participantes, alcanzó el puesto número 20 en la General.

“La primera vez que corrí una distancia larga y con los chicos del seleccionado fue en Tierra de Gigantes acá en San Juan. Eran 35 kilómetros y me metí sexto en la general”, relata.

En otra competencia nacional de La Rioja, él salió primero y su hermano Osvaldo, segundo, todo un podio familiar.

La distancia más larga hasta ahora fueron 50 kilómetros en el Sky Mercedario realizada en noviembre donde obtuvo el primer lugar, mientras que la última en la que hizo podio fue el fin de semana pasado en “9 de Julio Corre”. Allí alcanzó el segundo puesto en 11 kilómetros.

Fabricio, el joven atleta

Es el menor de los nueve. Tiene 22 años, aunque ya goza de un gran experiencia que le permitió el sábado 8 de febrero último conseguir el tercer puesto en la general de la última competencia citada en el circuito 5,5 km en 9 de Julio.

Empezó a entrenar con Lucas Torres -ahora radicado en La Rioja- , hace tres años y sigue sus instrucciones por whatsapp. Es el más callado de todos, pero cuenta con la misma templanza y voluntad que sus hermanos.

Su primera carrera fue en Tupelí, 25 de Mayo, y desde entonces continua con un fuerte entrenamiento durante seis días de la semana para alcanzar un promedio de entre 90 y 150 kilómetros, al igual que Osvaldo y Jesús.

En sus tres años de carrera compitió en La Rioja y Córdoba y promete continuar los pasos de sus hermanos, aunque su performance indica que hasta 18 kilómetros es lo suyo, al menos por el momento.

Su gran pasión y donde más cómodo se siente es la montaña, así es que sus circuitos de entrenamiento preferidos son el Villicum y Ullum después de las 19 o antes de las 7 de la mañana.

Luchadores por excelencia

La vida de los Muñoz gira alrededor de este deporte, aún cuando tanto les cuesta juntar el dinero para la inscripción de cada carrera y ni hablar si hay que viajar. Del mismo modo, la compra de indumentaria y suplementos vitamínicos no deja de ser una preocupación.

“En mi caso que participó de competencias muy largas, el cuerpo queda detonado, sobre todo la tercera semana después de la carrera y tengo que tomar recuperadores musculares”, indica Osvaldo

Entre los requisitos para poder competir, uno de fundamental importancia es la presentación del curriculum de cada runner ya que en las competencias de mayor relevancia, deben acreditar haber corrido y terminado dos circuitos anteriores de un kilometraje similar.

Sin duda los Muñoz tienen un espíritu capaz de enfrentar adversidades y, a la vez, disfrutar de lo que los hace felices. “A todos nos pasa que salimos a correr y recién sentimos que hemos sacado el día. Nuestro día no termina cuando volvemos de trabajar porque si no entrenamos nos está faltando algo. Nuestro descanso es correr”.

A entrenar

Desde hace un tiempo, Osvaldo Muñoz, entrena a un grupo de mujeres los martes, jueves y sábados a las 18 aproximadamente (según la temperatura) cerca de la Capilla ubicada en El Rincón, Albardón. Allí algunas trotan, otras corren y otras caminan, todo depende de su grado de entrenamiento y objetivos personales.

El grupo se conoce como Cima Norte, trail running y tiene la finalidad de alcanzar beneficios en el rendimiento deportivo o personal, superación, disciplina, concentración, autoestima. fortaleza y salud física y mental
Teléfono de contacto: 264 475 1060

Los Muñoz

Leonardo Muñoz y Laura Morales son los padres de los 5 runners que no conocen de limites al momento de entrenar o competir, pero en total son 9 hermanos. Aquí el detalle de toda la familia: Fabricio (22), Osvaldo (24), Rocío (25), Alesandro (27), Yamila (28), Abel (31), Jesús (32), Cintia (33) y Leonardo (34).