Ecuador no es un país productor de cocaína ni de otras drogas que se producen a gran escala en Colombia, Perú y Bolivia, pero si es paso casi obligado para que esas sustancias lleguen desde Sudamérica a los países europeos y los Estados Unidos de Norteamérica, donde se encuentran los mayores mercados consumidores.
Debido a su posición geográfica y a la importancia que ha adquirido el puerto de Guayaquil, Ecuador se ha ido consolidando en los últimos años como territorio de tránsito de droga y centro de distribución, lo que ha hecho aumentar la violencia en todo el país, además de alentar enormemente la emigración de su población hacia el exterior.
Desde el año 2022 hasta ahora se ha observado un claro empeoramiento de la situación, con un record de homicidios y de incautaciones de cargamentos de cocaína, que han convertido a este estado en uno de los más conflictivos de Sudamérica. Ecuador está sufriendo los efectos del narco-terror, por lo que sus autoridades, encabezadas por el presidente Guillermo Lasso, han salido a hacer frente a las mafias de las drogas que se han trasladado desde otros países como Colombia para instalarse en esta nación, que de seguir así en poco tiempo más verá totalmente deteriorada su vida económica, política e institucional.
En la Argentina hay que salir a enfrentar un problema similar que es el que se ha planteado en la provincia de Santa Fe cuando las autoridades nacionales y provinciales comenzaron a hacer frente a las bandas y mafias dedicadas al narcotráfico, que tienen a esta provincia como centro de operaciones en su accionar para todo el país. Los procedimientos cumplidos tuvieron como consecuencia la reacción de algunos grupos de narcoterroristas que a comienzo del mes en curso amenazaron con armas a través de un video a la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich y al gobernador Maximiliano Pullaro. Se trata de una actitud inadmisible que merece una enérgica respuesta en relación a dar con los autores de las amenazas para condenarlos y hacerlos pagar en función de la gravedad de sus acciones. No se puede tolerar que el narco-terror invada nuestro país quitando uno de los mayores bienes con los que contamos los argentinos, que es vivir en un país seguro en el que reine la paz.
Tanto en Ecuador como en Argentina, si es necesario, hay que seguir los pasos del presidente de El Salvador, Nayib Bukele, que a fuerza de mano dura e inflexible ha logrado reestablecer la paz y la tranquilidad en un país que estaba asediado por bandas de delincuentes y mafias en sus distintas variantes. Este mandatario ha puesto en orden a su país y a partir de ese hecho, El Salvador ha comenzado a crecer en todos sus aspectos, especialmente en el turismo pasando de ser uno de los países más inseguros a uno de los más seguros que cuenta con la preferencia de turismo internacional.