El común de la gente conoce que la época de autorización para la erradicación o poda de árboles en la vía pública comprende desde mayo hasta agosto de cada año, y que todos los trabajos que se realicen por fuera de ese período no pueden estar autorizados ya que van en contra del ciclo de vida de las plantas.

Sin embargo, por estos días de intenso calor hay grupos de hombres que con el objeto de ganarse una changa ofrecen a desprevenidos vecinos el servicio de raleo, que se convierte en poda, o de erradicación de ejemplares arbóreos que ellos mismos determinan que se encuentran en mal estado sanitario.

Si bien estas cuadrillas están recorriendo distintas barriadas de Capital y el Gran San Juan, se los ha visto con más frecuencia en la zona de Rivadavia, donde con el argumento de que las ramas de los árboles están dañando algunas partes de las viviendas, obtienen el consentimiento de los propietarios de las casas y en operativos, tipo comando, improvisan una poda mal realizada que deja a los árboles en muy malas condiciones. Cuando se trata de erradicar un árbol, el argumento es similar y lo peor de todo es que dejan todas las ramas alrededor del ejemplar diciéndole al frentista que en breve pasará un camión de la municipalidad levantándolas, algo que lógicamente nunca ocurre y que el vecino tiene que terminar contratando un camión para limpiar el lugar.

En estos casos es el área de Ambiente de cada municipio o del Gobierno de la provincia, la que tiene que salir a identificar a esas cuadrillas y evitar que sigan cometiendo el daño que es denunciado cuando el daño ya está cometido.

Se trata de un trabajo que no está autorizado de ninguna manera y por el que se cobra sumas considerables de dinero, en relación a que es una tarea en la que se emplean motosierras y que debería ser completada con el traslado de las ramas y troncos, algo que finalmente no lo hacen.

En más de una ocasión se ha dicho que conforme al ciclo natural de vida que tiene un árbol, lo ideal sería no podarlos. En algunos casos el raleo es aceptable, pero debe ser realizado por personal capacitado y experto en la tarea.

Es imperiosa la necesidad de dar con esas cuadrillas para evitar que sigan cometiendo el daño que están ocasionando y sancionarla de tal manera que queden inhabilitadas para estas prácticas en donde se juega con el desconocimiento de la gente y se aprovecha de la buena voluntad de los que ofrecen un trabajo o changa, en momentos en que está muy complicado el mercado laboral.