Hace poco más de cinco años debutaba en la Vuelta a San Juan un pibe de 19 abriles con cara de niño y sonrisa fácil. Se decía que sería el nuevo Eddy Merckx. Nacido en Bélgica, como el Maradona, Pelé o Messi del ciclismo. De avasallante paso por juveniles siendo con 18 años campeón mundial junior, Remco Evenepoel era un diamante en bruto, que según los entendidos arrasaría con todas las grandes vueltas. En ese 2019 culminó noveno la carrera del Olimpia y fue el mejor joven.
A pesar de haber ganado algunas carreras de un día, al año siguiente -el fatídico de la pandemia de coronavirus- ganó la Vuelta a San Juan y festejó en una Avenida de Circunvalación repleta de gente, que había acudido para ver in situ, y luego contar a sus nietos que habían sido testigos de la coronación del “pibe maravilla” ese que dominaría el ciclismo mundial.
Ese mismo año, otro joven, tres años más grande, el esloveno Tadej Pogacar ganó el Tour de Francia. Evenepoel sufrió una grave rodada en la última monumento de la temporada, Il Giro de la Lombardía, con fractura de pelvis que le demandó ocho meses de recuperación y cortó su evolución..
Volvió y ganó algunas carreras, ganó la Vuelta a España de 2022, y debió bajarse por infectarse de covid-19 cuando lideraba el Giro de Italia del año pasado. Entretanto Pogacar sumando victorias arrasadoras en clásicas y escoltando a Jonas Vingegaard, en las rondas galas de 2022 y 2023, se afirmaba en el trono del ciclismo mundial.
En la etapa de hoy el pelotón tendrá contacto con la montaña, por lo que se esperan ataques entre los favoritos
A partir de hoy Remco Evenepoel, el que desde San Juan avisó al mundo que iba a conquistarlo, tendrá la ocasión de medirse mano a mano con el esloveno. Y, conocedor de la supremacía de Pogacar, confió a la prensa que él viene de una lesión (sufrió fractura de clavícula hace dos meses y medio en la Vuelta al País Vasco) y que su objetivo es estar arriba. “Me sentiría muy bien entrando entre los cinco primeros, y ganando alguna etapa, esos son mis objetivos”, afirmó, para luego sentenciar: “El candidato es Tadej (Pogacar) y su equipo (el UAE) es el Real Madrid del Tour”.
El jefe de filas del Soudal-Quick Step, contó que está mejor que el Du Dauphine: “He mejorado desde el Dauphiné, me he cuidado mucho y he intentado llegar lo mejor posible a la salida”, explicó.
> Una primera etapa exigente
La primera etapa del Tour de Francia tiene siete ascensiones en el recorrido de 206 kilómetros entre Florencia y Rimini, en Italia. “Con más de 3.600 metros, es la primera etapa que cuenta con mayor desnivel positivo de la historia”, destacó Thierry Gouvenou, director deportivo de la prueba. “Hay que cruzar los Apeninos. No llegamos muy alto, pero incluso a 900 metros hay subidas que son duras”, añadió.
El recorrido, a modo de montaña rusa, se asemeja a una “mini Lieja-Bastoña-Lieja”, lo que puede ser del gusto de algunos nombres destacados como el campeón mundial neerlandés Mathieu Van der Poel y su rival belga Wout Van Aert.
Pasará además por la localidad natal del mítico Gino Bartali, al lado de Florencia, antes de cruzar la Toscana y Emilia-Romaña. También pasará por San Marino, que se convierte así en el 13º país extranjero por el que ha pasado el Tour de Francia.
Menos montaña
>Una crono de cierre
El recorrido del Tour de Francia 2024 no tendrá tanta montaña como en ediciones anteriores, pero le sobran alicientes en sus 21 etapas. La “Grande Boucle” propone un comienzo explosivo y en la cuarta jornada espera el mítico Galibier (foto).
En la novena etapa habrá pistas de tierra, el “sterrato”, con 30 km sobre ese tipo de carreteras que han hecho célebre a la Strade Bianche. Luego aparecen como puntos claves una etapa reina pirenaica en Plateau de Beille y un tríptico final alrededor de Niza de lo más explosivo incluyendo Isola 2.000, el Col de Turini y la crono final, que podría ser decisiva.
El recorrido total consta de 3.492 kilómetros, pasará por cuatro países saliendo desde Italia y visitando además los pequeños estados de Vaticano y Mónaco y hasta 4 finales en alto.
Un total de 25 kilómetros se transitarán por encima de los 2.000 metros de altitud, y los esprínters tendrán hasta 8 ocasiones para lucirse, por dos etapas para los contrarrelojistas. Otra novedad será que la última etapa en Niza no será de homenaje al vencedor, sino que una crono de 33,7 km que podría ser trascendente, porque puede modificar la clasificación general.