Regresa a San Juan una historia donde nada es lo que parece, que deja hasta sin aliento a los espectadores hasta el final. Se trata de ‘El cuarto de Verónica‘, el clásico thriller psicológico escrito por Ira Levin y protagonizado por la actriz Silvia Kutika, con Fabio Aste, Adrián Lazare y Clara Sacone, dirigidos por Nicolás Scarpino, que se presentará nuevamente en el Teatro Sarmiento para replicar la experiencia del debut, en la misma sala local por agosto de 2022. Ahora, en el inicio de su quinta temporada en Calle Corrientes y en gira por varias ciudades del país, Kutika y elenco refuerzan esta apuesta al mundo oscuro y siniestro planteado por Levin, creador también de ‘El bebé de Rosemary’, el gran éxito de la década de 1970 en Broadway.
La acción transcurre en Boston donde Susan es abordada por una pareja de ancianos en un restaurante. Ellos se muestran impresionados por el parecido de Susan con Verónica, la hija fallecida, e invitan a los jóvenes a acompañarlos hasta su mansión. Allí comienza esta intrigante pesadilla teatral. Sin develar demasiado, Silvia habló con DIARIO DE CUYO sobre su rol y la compleja construcción artística de este espectáculo intrigante que hasta el último minuto mantiene a la platea atornillada en su lugar. La actriz explicó su afinidad por este género que es poco común en el teatro argentino.
‘Cuando vamos por las provincias, la gente es muy demostrativa, se acerca y cuenta lo que le pareció o le emocionó de la obra, es un contacto más intenso. Pero además nos parece que es una obra redonda y distinta que se le propone, con suspenso y oscuridad, con la idea que sea atractiva y sorprendente. La gente se mete mucho en la historia y en lo que siente Susan. Hay una energía que queda ahí entre nosotros y el público maravilloso. Sentimos hasta la respiración y los gestos de asombro y un silencio total, porque no puede creer lo que ve en escena’, afirmó la actriz.
Muchas de estas bondades se deben a la dramaturgia bien tejida del texto original: ‘El autor es un capo en esto, no deja nada librado al azar. Hay unos toques de comedia negra que aflojan un poco la tensión, pero después vuelve a tensar los hilos de la historia, no deja a nadie tranquilo y cuando la gente cree ver por dónde puede desenvolverse la trama, en ese momento nosotros damos vuelta todo y ponemos otros puntos de vista que al final rompen muchas cabezas’, señaló Kutika cuyo rol es frío, manipulador y perverso hasta cierto punto.
Asumir este papel fue todo un desafío que enfrentó con gusto: ‘Cuando leí el libro por primera vez me encantó, porque hay un juego de luces y sombras que tenemos todas las personas. Para un actor o actriz es maravilloso sacar esas oscuridades y ese mundo tenebroso y llevarlo al escenario. Es como que nos exorcizamos y en el teatro llevamos lo macabro al extremo’, contó la artista.
Según Silvia, los pilares que sostienen este espectáculo, activo y vigente, son ‘un buen material, ofrecer algo distinto como propuesta; y, algo no menor, un grupo actoral muy sólido; junto a la respuesta positiva de la gente. Formamos una cooperativa y salimos al circuito comercial. Todo lo que se hace en teatro es un riesgo. En el final de la pandemia, como elenco, pensamos que la gente optaría regresar a las salas en busca de comedias y cosas que la hicieran reír. ¿Quién tendría ganas de ver una historia oscura de un mundo macabro y enfermo? Pero el material que teníamos a mano era tan importante como la fe que teníamos hacia este libro, nos iba a ir bien. Lo que tenemos es muy bueno, siempre vamos convencidos de eso. Por eso sostengo que hay que ser fiel a nuestra naturaleza, porque no hay con qué darle’.
Además, Kutika disfruta explorar esa cierta maldad de los seres que les toca interpretar, en este caso, la madre de Verónica: ‘Uno se puede quedar muy corto si vemos que, comparado con la realidad cotidiana, la ficción es un poroto. Pero creo en la magia que sucede en el escenario, entre los espectadores y los actores. En comparación con +Te espero en la oscuridad+ (NdeR: presentada hace unos meses en el Teatro Sarmiento), donde era una mujer ciega y que sufría, que también me encanta hacerla, en esta historia es muy divertido ser mala, la paso mejor’, concluyó risueña.
DATO
El cuarto de Verónica. Sábado 3 de agosto. 21:30 hs. Teatro Sarmiento (Alem 34 norte). Entradas: $16.000. Anticipadas en Entradaweb.