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¿Por qué será que siendo el cerebro el órgano más importante del cuerpo humano y del que dependen los sistemas para respirar, hacer la digestión, funcionar el corazón y regular la temperatura, sentir y pensar, es uno de los menos sometidos a chequeos cotidianos? Esa es la inquietud que devela a los profesionales que investigan y se abocan al tema desde la Universidad Católica de Cuyo y el Conicet en San Juan y que conforman el equipo de la Fundación Alzheimer San Juan. Es que teniendo en cuenta que así como las tasas de natalidad en el mundo bajan notoriamente, la expectativa de vida ha subido muchísimo; entonces, el planteo es ‘si vamos a vivir más años, lo ideal es que sea de forma saludable, en armonía y lo más autónomos posible, no solo para uno mismo sino porque la carga social es enorme y para los sistemas de salud también es una complicación. Por eso hay que prevenir las demencias”, dicen de forma categórica sobre los síndromes cerebrales degenerativos progresivos que afectan a la memoria, el pensamiento, el comportamiento y las emociones.
Esta preocupación tiene una razón: se estima que para el año 2050 se van a triplicar los casos de Alzheimer, una de las demencias más comunes (cuyos síntomas se ligan a los olvidos y desorientación, entre otros), junto a la demencia vascular o ateroesclerosis (cuando se acumula el colesterol, se tapan las arterias, hay mala irrigación sanguínea que no permite oxigenar el cerebro).
Paradójicamente se sabe que en Latinoamérica, el 56% de los casos se pueden prevenir. Ni más ni menos que con cambios de hábitos para mejorar la calidad cognitiva. Claro que esto, cuánto antes se hace, mejor.
‘Se han normalizado que la persona vieja si pierde la memoria, es normal. Pero no es así. Envejecer con pérdida memoria no es saludable. Hay que erradicarlo a lo largo de la vida, porque la pérdida de memoria y los olvidos son los síntomas de Alzheimer que se manifiestan en el último plazo, generalmente entre los 60-65 años, pero hay que tener en cuenta que el proceso cerebral de deterioro cognitivo va progresando en los 20 años previos a esa edad. Esto nos ha llevado a entender que hay que hacer intervenciones en otros momentos de la vida”, argumentan el bioquímico y doctor en Medicina, Martín Bruno y la psiconeuróloga, Laura Noguera, ambos parte del equipo de investigadores interdisciplinario. Bruno además es el presidente de la fundación local, director del Instituto de Ciencias Biomédicas de la UCCuyo y responsable en Argentina del Consorcio Latinoamericano RedLat para la investigación internacional de la demencia.
Hoy comienza el Mes del Alzheimer en el mundo y la provincia no está ajena, al contrario, se promueve la prevención. Para eso, han diagramado un cronograma de actividades gratuitas para la comunidad, que incluyen chequeos cerebrales saludables para la población de más de 50 años.
‘No solo hay que preocuparse por los antecedentes de tener o haber tenido algún familiar que portó demencia, sino por optimizar el rendimiento cognitivo para vivir mejor”, agrega Noguera.
> Cerebro en riesgo
Los profesionales explican que generalmente la enfermedad se detecta entre los 60- 65 años, cuando la persona y sus familiares advierten signos de alerta como olvidos, problemas lingüísticos y de comprensión, cambios en el estado de ánimo y desorientación en tiempo y espacio, entre otros síntomas. Sin embargo, hay casos de un tipo particular de Alzheimer que comienza mucho antes: alrededor de los 40 años y es el que se presenta sí o sí con antecedentes familiares de un solo gen mutado. El porcentaje de estos pacientes es mínimo, pero es muy determinante.
Hay otros pacientes con incidencia también ligada a la genética: un abuelo o abuela o padres presentaron síntomas a los 65-70 años. ‘Ese Alzheimer puede ser multigénico o poligénico, lo que quiere decir que hay varios genes que predisponen pero no es tan determinante como el caso anterior. Hay 20 por ciento de chances que le pueda dar a esa misma edad. De todos modos, no está todo dicho. Se puede tener antecedentes o no y no tener Alzheimer, si es que se logra prevenir factores de riesgo y llevar una vida saludable. En esas circunstancias es muy probable que no aparezca la enfermedad”, indican los profesionales consultados.
¿Cómo es esto? Explican que ‘ni la edad de la persona ni el componente genético se pueden modificar. Sin embargo, hay otras cuestiones que sí: promover un buen nivel educativo (porque se relaciona con el volumen y las conexiones cerebrales), evitar el sobrepeso o la obesidad, controlar diabetes, hipertensión y LDL colesterol, mantener una alimentación saludable y equilibrada, no fumar ni tomar bebidas alcohólicas en exceso, hacer ejercicio físico diariamente (porque las contracciones musculares se segregan unas pseudo hormonas que actúan sobre las neuronas y aumentan la conectividad) , procurar un buen descanso, esto es entre 7 y 8 horas de sueño. Puede incidir también la pérdida de audición y de visión, los golpes en la cabeza y el aislamiento social. En cambio, el tener buenos pensamientos, aprender a manejar el estrés, tener buen ánimo, tener proyectos, desafíos y propósitos de vida, mantener vínculos sociales y afectivos son cruciales. Con nuestras conductas incidimos directamente en el cerebro”.
‘Es como si el cerebro fuese una alcancía y cada mal hábito, una monedita que se suma y da chances para padecer una demencia. No es fácil cambiar de hábitos pero vale la pena hacerlo. Lo que le estamos proponiendo a la comunidad es tener conductas saludables, sabiendo que todo lo que le hace bien al corazón, le hace bien al cerebro”, ejemplifican.
Aclaran que ‘por ahora”, el Alzheimer no tiene cura. Pero si se pueden ralentizar o incidir en la progresión de síntomas y en definitiva, en la calidad de vida del paciente.
> Avances científicos
Además de las investigaciones, relevamientos y difusión de la enfermedad (con una obra de teatro para chicos hasta con charlas en Centros de Jubilados), de promover la consulta con especialistas para que los diagnósticos sean certeros y a tiempo, lo que pretende alcanzar este grupo de investigadores que son parte de un Consorcio Internacional sobre el Alzheimer es trabajar sobre el impacto de la inequidad y la vulnerabilidad en la población afectada. Por ejemplo, hay estudios que demuestran que en Latinoamérica a diferencia de otros países más desarrollados del mundo (como Japón, China, Irlanda, Grecia, Italia, Estados Unidos), el cerebro de las personas está ‘más envejecido” y que las ‘estructuras cerebrales sean un poquito más pequeñas, perdiendo conectividad”. Además detectaron que la predisposición a las demencias es más acentuada en las mujeres que en los hombres en esta porción del planeta, por la coincidencia de que tuvieron menos oportunidades de estudio y más sobrecarga de cuidado o de familiares a cargo.
En ese contexto, ganaron un proyecto del Plan Federal de Innovación, para diseñar una aplicación para hacer evaluaciones o chequeos de salud cerebral, con algunos test neurocognitivos puntuales, especialmente pensada para aquellas zonas donde no hay un especialista en Neurología. De hecho en San Juan contabilizan sólo 13 médicos de esta especialidad. Por ende, no toda la población tiene acceso. La idea era que pudiese aplicarse en todos los centros asistenciales de salud de la provincia y puedan ser manejadas por los agentes de salud, previamente capacitados. Hasta ahora adquirieron 30 tablets y el año pasado lograron capacitar muchas personas, que no necesariamente son médicos sino que se incluye a personal de enfermería y otros sectores hospitalarios, que hicieron los relevamientos a casi 700 personas de 5 departamentos. Así obtuvieron datos muy significativos.
Ahora, puntualmente están abocados a facilitarle el acceso a una familia de Pocito, con muchos de sus integrantes de distintas generaciones con padecimientos de la enfermedad, a un ensayo clínico, que están llevando a cabo en una universidad de Estados Unidos, lo que representa una gran oportunidad y una esperanza.
Uno de los objetivos que sueñan con alcanzar es que el país y San Juan en particular, tengan una ley y un plan abocado a la prevención de demencias, tal como lo ha pedido la Organización para la Salud y Naciones Unidas, lo que en definitiva redundaría en beneficios para prevenir otras enfermedades con factores de riesgos semejantes, como ser la obesidad, la diabetes, las patologías cardiovasculares.
* PARA AGENDAR
Septiembre es el mes del Alzheimer (el 21 es su día) y hay varias actividades para resaltar la fecha.
En la provincia, han propuesto a municipios y entidades públicas, la posibilidad de iluminar de violeta -el color que identifica a la enfermedad- sus edificios para sumarse a la campaña mundial.
Pero además, coordinado por el equipo de la Fundación Alzheimer San Juan, los próximos miércoles 18 y 25 de septiembre, de 15 a 21, en el SUM de la Universidad Católica de Cuyo, en Rivadavia, se harán chequeos saludables del cerebro para personas a partir de los 50 años. Si bien es una actividad gratuita, el único requisito que se pide es la inscripción previa (desde mañana se puede enviar) y respetar los turnos asignados para esos días programados. Para solicitar más detalles de los turnos hay que escribir un mensaje privado por Instagram a @alzheimersan juan, al e-mail memoriasanjuan@gmail.com; o al WhatsApp 264-4821826.
Este chequeo es clínico sobre conductas y estilo de vida e incluye algunos test, pero no implica estudios más avanzados. Como contrapartida, al interesado se le entrega una devolución y en casos que consideran ‘en alerta”, la recomendación de consultar con un médico de cabecera.
Las acciones culminarán el sábado 28 a las 10 horas con una caminata abierta a todos los interesados. Será la 16° Caminata Nacional por el Alzheimer en el Parque de Mayo. Habrá diferentes actividades a lo largo del recorrido (que no es dificultoso).
Más allá de todo este cronograma, aquellas personas que quieran sumarse a la entidad, ya sea como pacientes, familiares e inclusive cuidadores, pueden hacerlo contactándose al mail o por teléfono.
EN RED
Tras la disertación de investigadores sanjuaninos en el XVI Congreso de Alzheimer y Demencias de Argentina, realizado en Tucumán, hace quince días (en la que contaron acerca de la situación local); la provincia quedó incluida en la Red de Alzheimer y Demencias de Argentina (RADA) e inclusive se anunció que será la sede en el 2025 de un encuentro semejante.
Este tipo de eventos son de vital importancia para conocer lo que se hace en otros puntos del país y sumarse a las acciones que se llevan adelante. De hecho, en esta oportunidad, participaron renombrados profesionales de la talla de Facundo Manes, Ricardo Alegri (Jefe del Departamento de Neurología Cognitiva, Neuropsicología y Neuropsiquiatría de FLENI), entre otros.