Que una vez fue al baño y los vio desnudos teniendo sexo. Que situaciones como esa se repitieron, pero haciéndolo participar, haciéndolo tocar o besar las partes íntimas de la pareja de su papá. Que esas prácticas a veces ocurrían cuando simulaban jugar al doctor. Que su padre también lo tocaba a él. Para Fiscalía, hasta ahora, esos hechos existieron y configuraron graves ultrajes sexuales, provocaron un grave daño en la salud mental del niño y, además, lo corrompieron sexualmente. La acusada es empleada de comercio, tiene 31 años, tiene un pequeño hijo con él y está excarcelada. Él tiene 35 años, es electricista y está detenido desde el 8 de abril de 2021. Ambos empezaron a ser juzgados ayer por el juez Miguel Dávila Saffe (Sala I, Cámara Penal) por esos graves delitos. Lloraron prácticamente durante toda la audiencia y al momento de dar su versión, negaron de plano haberle hecho algo a ese niño, cuando tenía alrededor de 6 años.
‘Somos inocentes, es una atrocidad lo que dicen, pero nosotros no le hicimos nada. Es mi hijo y solo quería que disfrutara del amor que le dimos’, dijo el electricista cuando le tocó defenderse y responder preguntas de la fiscal, Silvina Gerarduzzi, la abogada de la Parte Querellante, María Noriega, y los defensores Oscar Adárvez y María José Díaz.
Según el imputado, es probable que el niño hubiera sido manipulado por su madre, porque no se separaron en buenos términos a mediados de 2018. Y desde ese momento fue todo un problema lograr que le permitieran ver a su hijo, al punto de que la madre del menor quería estar presente en cada encuentro en los que se ponía a llorar. O, cuando le permitía ir, le daba la comida y lo que debía beber, para que no tuviera que hacerlo en la casa de su padre. Es más, la mujer lo denunció por amenazas.
‘Es muy fuerte eso, pero eso no ha pasado, no lo hice y no lo haré. Somos inocentes y me duele que alguien haya hecho todo esto’, dijo a su turno la imputada.
El caso fue denunciado el 30 de enero de 2021 por la madre del menor, que convivió con el imputado unos 3 años antes de que él decidiera irse de la casa de los padres de ella, por los conflictos que tenía con todos, dijo ayer.
El caso tiene algunas particularidades, porque los detalles de cómo eran los abusos y las situaciones de ataque sexual que constan en el expediente, fueron básicamente aportadas por la psicóloga particular del menor, indicaron fuentes judiciales. Ante una psicóloga del ANIVI el niño se negó a hablar de su papá y a dibujarlo de la cintura hacia abajo, pero mencionó haberle visto los genitales y describir alguna situación de supuesta connotación sexual, precisaron.
En los próximos días, testigos y peritos declararán ante el magistrado y las partes, para esclarecer definitivamente si los hechos ocurrieron tal como fueron planteados al cabo de la investigación.