Acaba de cumplir 60 años haciendo teatro y su nombre es sinónimo de vanguardia, de formación barrial, de conexión con el arte latinoamericano. El reconocido Ernesto Suárez regresa a San Juan el próximo sábado 25 para presentar su obra “La sanata’ junto a Marcelo Larcerna. La puesta basada en textos de Fontanarrosa fue elegida por Sala Z para festejar su décimo aniversario.

“El teatro que hago yo es muy simple y a la vez muy profundo, toco temas sociales y humanos, me gusta mucho el humor, pero un humor serio, que sea satírico de la sociedad. Ahora estoy haciendo una obra que se llama “Asilo vip’, que es una sátira de los asilos del Estado. Después hice otra “Educando al nene’ que habla del machismo, partiendo de lo que sufrí yo con un padre machista y una madre que lo sufría’ comentó a DIARIO DE CUYO el actor quien agregó: “Odio el contenido vacío, la estupidez, el chiste por el chiste, ese lo hago cuando nos juntamos con los amigos, pero no en el arte. Creo en el humor como un acto de distanciamiento que produce que puedas juntar una cosa fuerte desde ahí’ describió Suárez, que está convencido de que la línea que ha mantenido es lo que lo ha hecho popular. “Sin que suene a pedantería, creo que es por esto, mi línea, que la gente me quiere mucho, me han hecho murales, una estatua, la gente por la calle me para, también me han nombrado en Buenos Aires entre los 20 imprescindibles del teatro argentino, pero eso ni me va ni me viene. Sólo pienso que hice bien en volver del exilio y quedarme acá y no irme a Buenos Aires como tenía una propuesta, trabajé en el Conservatorio Nacional, pero no me quedé allá. Mendoza es mi tierra, acá habían muerto matado varios amigos o se habían ido, pero me siento en mi casa’.

Suárez nombra varias veces el exilio y aunque se desarrolló exitosamente en Ecuador durante aquellos años fuera, hizo hincapié en la tristeza de estar lejos, en el reencuentro con los amigos (“que quedan pocos de mi edad’), en descubrir los “que mataron’. “Volví a Mendoza a dar un taller y me enamoré de una piba, de mis compañeros… tira la tierra. Por algo a Sócrates a le dieron a elegir entre la cicuta o el exilio y él eligió la cicuta’ graficó.

Suárez, que hoy tiene 84 años, sigue dando clases, hace teatro para niños y tiene “salas a full’, por lo que retirarse no está en sus planes. “Los años me avisan, me golpean la puerta, pero no tengo ganas de retirarme, el teatro es mi vida’ dijo y reivindica las tablas y estar en contacto con el público. “Es un goce impresionante para mí. Hice cuatro películas pero no me convence estar dos horas esperando para una escena’ definió el actor que coprotagonizó junto a Rodrigo de la Serna “Camino a la paz’ , por el que recibió un premio Sagai. “Ahí gané un gran amigo, macanudo Rodrigo’, recordó.

“Estoy donde quiero estar, estoy donde sirvo para mi comunidad. He formado o deformado, en el sentido de sacarlos de su contexto de rigidez, a un montón de alumnos. He tenido muchos, ahora tengo un grupito chico por despuntar el vicio. El teatro es libertad, cuerpo. Un pintor tiene un pincel y una tela para pintar, el escultor herramientas, el músico su instrumento… ¿el actor o la actriz que tienen?, nada, un escenario pelado. Creo que en el teatro despojado de escenografía y de vestuario, de rulos, el espectador imagina y participa más del hecho teatral, de lo contrario se dispersa e impide que se vea la esencia de lo teatral’ definió.

Para Suárez, uno de los últimos actores de su generación, “el teatro es una cuestión ideológica, nos lleva a otros lugares. Autoridades de muchos países no se han preocupado de la gente marginal. Yo soy un marginal, me crié en una villa miseria. Vuelvo al barrio a cada rato, hoy ya no es una villa miseria, pero vuelvo mentalmente, físicamente, emotivamente. Mi vieja decía que el que se olvida de dónde viene no sabe nunca dónde va. Yo he seguido ese concepto’ expresó el artista que reivindica la profesión más allá de todo. “Como crítica digo, los artistas se quejan pero no laburan como hay que laburar, hay que trabajar 6 o 8 horas como trabajaba yo con un grupo en Ecuador. He pasado momentos duros, pero más son los momentos lindos como la cantidad de gente que he conocido o los lugares adonde he viajado; el instituto de Ecuador me pagó varios viajes a Europa para tomar clases con maestros’.

Ernesto Suárez, un actor de pura cepa que no evita su mochila y la comparte en sus obras que no son ninguna sanata.

El dato
La sanata. Ernesto Suárez y Marcelo Lacerna. Sábado 25 de mayo, 21 hs. en Sala Z. Entrada: $5.000 en boletería de y online en passline.com.