El presidente Javier Milei aprovechó que el martes último se cumplió su primer año de gobierno para enumerar todos los avances que se han alcanzado hasta el momento en materia económica y administrativa, delinear políticas de gobierno a seguir y transmitir a la sociedad un mensaje claro de por qué está pidiendo que lo sigan acompañando en este gran esfuerzo de transformar la estructura básica de la Nación. Es en este aspecto en el que, según él, quedan muchos objetivos por alcanzar, especialmente lograr una simplificación del estado actual con menos trabas y barreras administrativas para un mayor desarrollo del sector privado.
Es necesario que los argentinos comprendamos el sentido de la transformación que está impulsando el Presidente Milei ya que es la única forma de desterrar viejas adicciones a un Estado que hasta ahora se he encargado de manejar todo lo concerniente a los particulares y a las empresas interviniendo en cada uno de los sectores de la producción. Todavía hay muchos que creen que sin la intervención del gobierno nada es posible y de ahí surge el concepto de Estado presente que es el que ha dado lugar a una superestructura que rige los destinos de todos los individuos.
La gente debe entender que no todo debe pasar por manos del Estado, pero para que esto suceda hay que demostrar las mejores condiciones en que se puede vivir con un gobierno que no se inmiscuya en cada una de las áreas de la vida, regulando, controlando o recaudando para poder seguir funcionando o subsistiendo.
Cuando Milei dice que en este primer año se ha avanzado mucho, pero que todavía falta concretar otros grandes objetivos, se refiere a que hay que seguir desmantelando distintas estructura del Estado entre las que figuran reparticiones oficiales y empresas estatales que es necesario reducir en número o destinarlas a que sean manejadas por el sector privado, única garantía de que funcionen en forma más eficiente. Es el caso de Aerolíneas Argentinas que ha demostrado que en manos del estado es una empresa deficitaria y con numerosos problemas operativos, por lo que la medida más conveniente sería privatizarla para terminar con todos los trastornos que provoca al gobierno y a los usuarios.
Son muchos los factores que hay que cambiar todavía de la mano de una reducción de impuestos que el propio Milei se ha comprometido a concretar durante el 2025, en el orden del 90% de las obligaciones que se cobran actualmente. No se trata de una tarea sencilla ya que hay que ir adecuando la vieja estructura del Estado a los nuevos requerimientos sin resentir demasiado los asuntos básicos que le conciernen al gobierno. Pero el proceso ya está en marcha y el presidente Milei solo pide que lo acompañen en este nuevo año con la misma voluntad que la mayor parte de la sociedad lo hizo durante el 2024.
Comprender que esta transformación es clave para lograr el país que toda la gente anhela, es lo que va a posibilitar que el actual gobierno pueda llevar adelante el plan que el Presidente ha trazado y que se caracteriza por ajustarse, casi en su totalidad, a lo anunciado antes de su asunción a la máxima magistratura del país.