El tema de la cantidad de asesores que tiene cada bloque o que, individualmente posee cada diputado o senador de la nación, ha generado siempre suspicacias en relación a la verdadera necesidad de tener que contar con tantas personas para poder cumplir con la tarea legislativas, o si es un recurso más que tiene la clase política para incorporar en esta compleja estructura, que es el Congreso Nacional, todos aquellos compromisos políticos que no tienen cabida en el Ejecutivo ni en otros estamentos del Estado.

Los cuestionamientos al excesivo número de asesores adquieren entidad cuando se sabe que hay despachos de senadores que cuentan con varias decenas de asesores, como el de María Inés Pilatti Vergara (Frente de Todos de Chaco) -el más numeroso del Congreso con 40 agentes-, y en contraposición hay otros como el de Claudia Abdala de Zamora (Frente Cívico de Santiago del Estero) que funciona solo con 4 asesores, demostrando que es posible manejarse con mesura en esta tarea en la que se está prestando un servicio al país.

La polémica por los gastos que genera el personal del Poder Legislativo Nacional, adquirió relevancia después de la sesión de la Cámara alta del 18 de abril último en la que los senadores de todos los partidos votaron por un aumento de sueldo. Desde ese momento se ha empezado a cuestionar en varios sectores de la sociedad las dietas de los legisladores y la cantidad de asesores. En una tarea nada sencilla, en el caso del Senado nacional se ha logrado determinar que para los 72 legisladores que conforman el cuerpo hay 1.314 asesores. Esto es lo que da un promedio de 18 asesores por senador, lo que no quita que haya algunos que tienen 40 mientras que otros se manejan con mucho menos.

Si bien es cierto que dentro de los despachos hay algunos cargos “heredados” en planta permanente, hay otros de la planta transitoria en una proporción mayor que, en este caso, han sido nombrados desde diciembre del año pasado, cuando la Cámara se renovó parcialmente.

Actualmente el despacho que más gasta en asesoría, entre planta permanente y transitoria, es el de la senadora Pilatti Vergara, que tiene una erogación mensual de $37.881.644. El haber mensual de cada asesor está fijado en base a módulos que le corresponden a cada senador para asignar a sus agentes de planta transitoria. El valor lo establecen sendos decretos de la presidencia del Senado correspondiente a 2003 y 1995. Cada senador cuenta con 7.338 módulos equivalente a $13.223 millones que debe distribuir entre sus asesores. Los salarios van desde la categoría A-14, con unos $248.676, a la más alta que es la A-1, con $ 1.522.690.

Entre los senadores sanjuaninos, Sergio Uñac y Celeste Gimenez (ambos del Frente Nacional y Popular) tienen 12 y 16 asesores, respectivamente y Bruno Olivera (La Libertad Avanza) 14 asesores. Con esto se ubican en el medio de la tabla entre los legisladores que más asesores poseen y los que menos tienen.

Si bien hemos abundado en detalles de lo que ocurre con los senadores, la situación de la Cámara de Diputados es similar, al igual que lo que ocurre en las legislaturas provinciales, donde también se considera como excesivo el número de asesores.