La moda es un medio de expresión muy potente, tanto es así, que con un determinado look se pueden comunicar muchos mensajes sin necesidad de decir una palabra. Por ejemplo, el dicho que afirma que es mejor insinuar que enseñar está muy relacionado con las tendencias, donde parece que la desnudez está a la orden del día. No de forma literal, pero sí con prendas que poco dejan a la imaginación y que sin embargo están conquistando las pasarelas y calles.


Uno de los casos más representativos últimamente es el “Naked Dress’, que como su nombre indica, sería algo así como los “vestido desnudo’. Una audaz y sensual propuesta ha cautivado a celebridades, diseñadores y amantes de la moda por igual, reinventando el concepto de sofisticación y dejando huella en las alfombras rojas de medio mundo. Por qué las neoyorkinas han sido siempre un referente de moda y cómo imitar su estilo.
Se trata de una combinación creación atrevida y vanguardista a partes iguales que crea la ilusión de desnudez a través del uso de telas transparentes, encajes intrincados y detalles estratégicamente ubicados.
La idea es muy sencilla: mostrar piel sin miedo. Sin embargo, este tipo de modelos puede parecer algo vulgar si no se sabe cómo lucirlo, y las firmas de lujo han tomado nota de este apunte con diseños que logran un equilibrio perfecto entre revelar y ocultar, creando una sensualidad sugerente que ha conquistado a celebrities e insiders. No hay límite de edad para atreverse a un Naked Dress y las alfombras rojas lo muestran.
> Los inicios del Naked Dress
Actualmente uno de los mayores precursores de estos vestidos ha sido Fendi, quien ha vestido a Beyonce en su gira; o Dior y Maria Grazia Chiuri, que se hicieron con todo el protagonismo con el reivindicativo vestido de Chiara Ferragni en el Festival de Sanremo. Pero no son los únicos. Otras marcas como Stella McCartney, Jean Paul Gaultier, Zuhair Mrad, Roberto Cavalli, Alexander McQueen o Celine lo han convertido en el hilo conductor de sus últimas propuestas. Aunque el ‘Naked Dress’ ha ganado notoriedad recientemente, su origen se remonta a décadas pasadas. En los años 90, diseñadores visionarios como Gianni Versace y John Galliano presentaron atrevidos diseños con transparencias y cortes reveladores, marcando el comienzo de esta potente tendencia.
-Empoderamiento femenino
Esta prenda va más allá de la mera exhibición de la piel; es una declaración de empoderamiento para quienes lo llevan puesto. Muchas celebrities y mujeres influyentes han adoptado esta tendencia, utilizándolo como una herramienta para expresar su confianza y seguridad en sí mismas. En un mundo que valora la individualidad y la autoexpresión, el Naked Dress permite que cada persona muestre su belleza única sin temor al juicio. Un recordatorio de que la moda puede ser un medio para afirmar nuestra identidad siempre.
-Más versátil de lo que aparenta
A pesar de que a priori parezca que deja poco a la imaginación, lo cierto es que ofrece muchas posibilidades a la hora de ser lucido. Desde diseños más holgados a otros pegados a la piel con bodys de colores llamativos debajo o versiones con dreapeados y otras más minimalistas. Las transparencias quedan ligeramente eclipsadas tanto por escotes amplios como por cut outs de todo tipo que crean formas geométricas variadas y, de paso, vuelven a reivindicar la importancia de la piel.
* Cómo se lleva el vestido transparente de la temporada con 60 años
Lo primero, como cada una quiera, y si surgen dudas nada como examinar la foto de Demi Moore posando en las bambalinas de Saint Laurent. La prenda, larga, entubada y de manga larga destaca por dos cosas, la primera la falta evidente de opacidad; la segunda el cuello barca XL que cubre el pecho y lo tapa.
Truco número uno. El segundo, también a la vista, es la ropa interior elegida: unas bragas culotte de tiro alto, como las de los bikinis de los años 50. Es elegante, sofisticada, cómoda y sobre todo perfecta para este tipo de prendas transparentes que piden o una combinación o un conjunto discreto y minimalista que baje la intensidad de la tendencia. Como único complemento, Demi Moore eligió unas gafas de sol negras -¿por qué las llevan todas en los desfiles?- y en los pies unos stilettos negros de tacón fino y charol.