FOTOS MARIANO ARIAS

Antiguamente se llamaba romería a aquellos peregrinos que se dirigían hacia Roma, donde los feligreses católicos rendían culto al santuario de una virgen o del santo patrono de una localidad. La fiesta podía durar desde una mañana a todo un día. Esta costumbre era también conocida en Tierra Santa y en la edad contemporánea, las romerías se practican en España, Francia e Italia, con el fin de visitar al Papa. En cambio, en Argentina, la romerías más populares son la peregrinación a pie hacia la Virgen de Luján; y la otra de Luján al santuario de San Nicolás, en Santa Fe. Siguiendo esta tradición, aunque con el espíritu de recrear las romerías que se hacen en Sevilla, una conglomeración de artistas e institutos de danza locales decidieron hacerlo con una impronta propia. Tal vez, no con la solemnidad y religiosidad que se manifiesta en las grandes procesiones, pero sí con un gran sentido de pertenencia e identidad vinculada al baile sevillano. Y por otro lado, sirvió como un ritual de bienvenida para dar apertura a la segunda edición de la Feria Flamenca. Desde la esquina de la Avenida Córdoba y España, justo detrás del Teatro del Bicentenario, la marcha de las bailaoras dio sus primeros pasos hasta Las Heras y fue avanzando hasta 25 de Mayo a las puertas del Auditorio Juan Victoria. Las bailaoras de todas las edades, vestidas con sus coloridos vestidos y llamativos trajes, estaban listas y animadas con castañuelas en mano para comenzar con la intervención. A medida que recorrían el circuito, al ritmo de las melodías que eran reproducidas desde unos parlantes en un tráiler traccionado por un vehículo de la organización. En cada esquina se realizaba una parada y en ese momento se producían los bailes. Cuando llegaron hacia el puente de la Avenida Ignacio de la Roza, los automovilistas se detuvieron a tomar fotografías y a filmar cómo numerosas niñas y jóvenes hacían sus giros y zapateos sobre el asfalto. Cuando la columna de bailaoras llegaron a su destino, las puertas de los jardines del Auditorio Juan Victoria se abrieron para darles paso a la Feria Flamenca y al escenario del anfiteatro Buenaventura Luna. El sol y el cielo limpio de la siesta acompañó placenteramente la jornada que se vivió como si se estuviera festejando en Sevilla. La Feria Flamenca, con el apoyo de la Ley de Mecenazgo 2023 y la Fundación del Banco San Juan, fue organizada por Asociación Ciclo Flamenco.

 

La romería inició desde España y Córdoba entre paso lento y baile.

 

Entre las bailaoras, participaron intérpretes de la comedia Las Beatrices.

 

La marcha flamenca avanzando por calle Las Heras hasta la Legislatura Provincial.

 

En el cruce de El Puente del Bicentenario, fue toda una sorpresa para peatones y automovilistas.

 

 

En la previa, las nenas lucieron vestidos, trajes y maquillajes ante las selfies.

 

Cuando culminó la romería en las puertas del auditorio con júbilo y ritmo.