Ese fatídico día, la madre de las hermanas había salido con la más chica de sus hijas rumbo a un microhospital de 9 de Julio. Por precaución, dejó primero a sus hijas mayores en la casa de sus abuelos, que viven frente a la escuela Luis Agote, a la altura del km 13 de la Ruta Nacional 20, en Las Chacritas. La idea era que las niñas, Guadalupe (12) y Lourdes (14) tomaran en ese lugar el colectivo que a diario las llevaba a la escuela secundaria de Santa Lucía a la que concurrían. Pero algo no salió para nada bien aquel 12 de junio alrededor del mediodía, y las hermanas terminaron con heridas muy graves en el hospital Rawson, porque el conductor de un Fiat Argo las atropelló violentamente.
Desde esa jornada, Guadalupe quedó en muy grave estado por las lesiones que sufrió en su cabeza. Y ayer, alrededor del mediodía, no aguantó más y dejó de existir. Su hermana mayor, en cambio, pudo salvarse, aunque tendrá para un largo tiempo de recuperación porque su pierna izquierda terminó con múltiples fracturas.
Ayer, todo era dolor en la comunidad de Las Chacritas, donde ambas niñas eran conocidas y queridas. La víctima había sido abanderada de la escuela Agote, indicaron desde el entorno familiar.
“No las vi, no las vi”, decía aquel mediodía Manuel Justo Márquez (68) cuando frenó la marcha de su auto y vio que todo era un desastre con esas niñas.
El hombre circulaba hacia el Este por la Ruta 20 y la investigación dirigida por el fiscal Francisco Micheltorena y el ayudante fiscal Francisco Nicolía (UFI de Delitos Especiales) pretende establecer ahora si el hombre invadió la bicisenda a elevada velocidad o si las niñas pretendían cruzar la calle para esperar el micro que las transportaba hacia su escuela.
Lo que sí está claro es que ahora Márquez enfrentará una investigación por homicidio culposo, es decir por causar una muerte aunque no tuviera esa intención.