Eran más o menos las 6 de la mañana cuando el hombre, un jornalero oriundo de Bolivia, de 45 años, denunciaba en la seccional 8va. de Sarmiento que su hija de 17 años se había ido de su casa y no la encontraba por ningún lado. En pleno trámite, le informaron al oficial de servicio que en el hospital Ventura Lloveras había una chica, a la que una mujer halló deambulando en la calle. En el centro de salud, no solo constataron que era la misma jovencita. También supieron, con sorpresa, que se había ido de su casa tras la enésima discusión con su padre, a quien describió como una persona ‘muy violenta’. Y algo más preocupante: contó a una mujer policía que su papá comenzó a violarla desde que tenía 15 años. Esa revelación estuvo acompañada de otra no menos grave, que puso al descubierto personal del centro de salud: la chica también está embarazada. Tiene cinco semanas de gestación y todo indica que su papá es el progenitor de esa criatura, pues la jovencita dijo que abusó de ella hasta una semana antes de que se fuera de su casa.

Esa misma madrugada del viernes pasado, un equipo de investigación al mando de la fiscal coordinadora, Valentina Bucciarelli, y la ayudante fiscal, Luciana Fasoli, (UFI ANIVI), le pidió al juez de Garantías, Pablo León, la detención de ese hombre.

El último lunes, por la tarde, el sujeto negó ante el juez haber atacado sexualmente a su hija. Dijo que era incapaz de hacer algo así, que la amaba, que solo era una persona de trabajar todo el día en una finca para su familia, compuesta por su mujer y 8 hijos.

Sus dichos, sin embargo, no conmovieron los planteos de Fiscalía, que pidió 1 año para investigar y 8 meses de prisión preventiva. El juez concedió 8 meses para averiguar y le dictó 4 meses de encierro provisorio en la cárcel de Chimbas al imputado, que es defendido por Jorge Aguiar. El letrado negó la vinculación de su cliente con el posible delito y pidió su libertad, indicaron fuentes judiciales.

Además, el magistrado autorizó a que la niña sea entrevistada con el sistema de Cámara Gesell por psicólogos del ANIVI. De esa declaración, podría desprenderse si el supuesto comportamiento violento de su padre tuvo otras víctimas en su familia, además de su hija, pues la jovencita dijo que su mamá sabía de los abusos y nunca le creyó. Los pesquisas no descartan que la mujer no haya hecho nada por miedo.

La chica debe decidir ahora si interrumpe o no la gestación. Todo indica que un cotejo de ADN entre la criatura y el detenido, será una prueba clave para dilucidar si se confirman o no las sospechas.