Faltaban 38 segundos y ganaba 4-3 Portugal. El “Negro” Páez pidió minuto, sacó al arquero “Conti” Acevedo y mandó cinco jugadores de campo. Era a matar o morir. La Argentina movió la bocha, probó un par de veces sin suerte hasta que apareció el Romero. El “Nolo” de siempre. El dueño de un cañón en sus manos. Se recostó y sin mucho recorrido sacó el bombazo letal. Fiel a su costumbre. El arquero Girao apenas se había movido para el segundo palo. Pero el sanjuanino hizo de las suyas. La mandó por abajo al primero. Golazo. Explosión argentina. Adentro y afuera de la cancha. Sólo quedaban 12 segundos. Era el empate. Portugal ya no tendría tiempo para cambiar la historia. Por más que sacó a su arquero y jugó con cinco de campo. Final y dos caras: Delirio argentino y amargura portuguesa. Es que se definía el Grupo y la Argentina jugará con un equipo (Andorra) que viene de la serie del ascenso. Mientras que Portugal tendrá como rival a Francia.

Sin respiro. Así fue todo el partido, con marcas personales lejos de los arcos intentando no ser sorprendidos. Fue un partidazo.

Fue un partidazo en toda su expresión y en él la Argentina dio muestras de amor propio. De juego vivaz y de fortaleza anímica, porque fue perdiendo por tres veces. Portugal arrancó mejor. Más metido en el partido que Argentina. Nunes y Pinto con una tremenda movilidad y Gonzalo Alves con espacio para sacar su fuerte tiro. Por eso, por esa supremacía, el equipo lusitano pegó doble. Fue casi seguido. En menos de un minuto. Primero Nunes y después Pinto pusieron el tablero 2-0 y el panorama para la Albiceleste no era alentador.

Pero fue un despertar para los nuestros. Páez largó con la rotación y los que entraron pusieron en problemas al rival. Tanto que un par de minutos después se dio un penal que Lucas Ordoñez mandó al fondo para el descuento. El partido ya era equilibrado. Claro, Portugal no estaba dispuesto a perdonar nada y elevó la cuenta a 3-1 con otro gol de Nunes.

De ahí hasta el final fue supremacía Albiceleste. Con tres figuras principales: Los juveniles Facundo Bridge y Danilo Rampulla y el goleador eterno Ordoñez. El propio Lucas volvió a achicar el marcador. Después Rampulla se mandó una cinematográfica que no terminó en gol de casualidad pero que despertó el “uhh” de la tribuna. Hasta que el propio Danilo anotó el empate. Alegría única y calentura lusitana porque la etapa se cerraba con un empate, lejos de lo que ellos imaginaron minutos antes.

El complemento pasó rápido como siempre pasa en éstos partidos emocionantes y parejos. Faltando 7′ Portugal sorprendió y se puso otra vez arriba. Estaban dispuestos a defender eso pero se dio aquel gol inolvidable del “Nolo” Romero y fue final de la historia.

Hoy a descansar y mañana frente a Andorra. Será, como todos, un rival para respetar pero el equipo argentino va por un buen camino.

DIARIO DE VIAJE / EL OTRO ESCENARIO

> El adiós al “Pala dal Lago”

ARGENTINA, que fue campeón mundial en 1984 en este escenario, jugó ayer -en categoría damas- contra Portugal, el último partido en un escenario propiamente diseñado para el hockey sobre patines.

La actividad en el mítico estadio ‘Pala Dal Lago’, donde jugaron mayormente los Sub/19 y hasta ayer se presentaron Las Aguilas, seguirá hasta el final pero los seleccionados argentinos ya no se presentarán en ese escenario. Tanto chicas como varones jugarán en lo que resta del Mundial en el confortable y bella estadio ‘Pala Igor’.

La historia del nombre del ‘Pala Dal Lago’ es singular y se basa en el homenaje a un gran jugador de la década del ’80 que brilló no sólo en Novara sino también en la Selección Italiana y lamentablemente tuvo un trágico final. El caso lo contó el sanjuanino y campeón del mundo en esa época Fredy Luz, quien también fue DT del equipo Albiceleste, y además compartió equipo en el Novara. Fredy contó que Stefano Dal Lago era un jugador de esos habilidosos. Dueño de un hockey exquisito que se fue ganando la admiración de todos en el Novara. Fue campeón con el equipo piamontés y también con la selección azurra en los mundiales del ’86 en Sertaozinho y del ’88 en La Coruña. Precisamente en ese último Mundial le detectaron un problema de arritmia cardíaca y lo pararon. Pasaron los meses y después de exámenes médicos Stefano fue autorizado a volver a la actividad. Pero días después mientras jugaba para el Novara un partido con el Forte di Marmi mientras pasaba por detrás del arco de su equipo se desvaneció. Lo llevaron de inmediato al Hospital pero llegó sin vida. El caso conmocionó a la comunidad y llevó muchos problemas al equipo médico de la Federación Italiana que tuvo que soportar diversos juicios. La afición y la dirigencia del hockey quedó tan impresionada que decidieron ponerle el nombre de Stefano Dal Lago al estadio municipal, el mítico escenario donde la Argentina se consagró campeona mundial por segunda vez en el año 1984.

Justamente el próximo jueves, es decir dentro de siete días, se cumplirán los 40 años de aquella gloriosa conquista albiceleste. Hoy por hoy, acá en Novara, sólo están en este Mundial Daniel Martinazzo y Mario Agüero. No pudo venir, a pesar de tenerlo agendado, Fredy Luz.

Es un estadio construido específicamente para hockey y de hockey, que acunó los sueños de todos los deportistas que disputaron sus partidos en la presente edición de los Mundiales.