Aunque con muy buenos recuerdos de los balnearios de Mar del Plata en aquellos veranos de los años ’90, Los Tipitos no se conformaron con el espacio que iban ganando en la escena del underground y fueron buscando las conexiones necesarias para subir a otro nivel. En 2004 editaron “Armando Camaleón”, álbum que marcó un punto de inflexión para la banda. El disco contenía canciones que rápidamente se convirtieron en éxitos populares como “Campanas en la noche”, “Brujería”, “Silencio” y “Solo figuras”; y contó con la participación de León Gieco. Desde entonces, las vidas de Walter Piancioli, de Raúl Ruffino y de Federico Bugallo no fueron las mismas. Ese hecho artístico los transformó para siempre. Los Tipitos dejó una huella fuerte en la historia del rock argentino, que siguen transitando. Dos décadas desde la publicación de ese disco resultan la excusa perfecta para regresar a San Juan y compartir con los seguidores sus clásicos y todas las canciones del grupo. Walter “Willy” Piancioli, cantante de la banda, habló con DIARIO DE CUYO.

– “Armando Camaleón” es la bandera de esta gira nacional…
– Sí, porque es el disco que nos llevó a la popularidad. Si bien no es el fundacional para nosotros, porque ya veníamos con una carrera de diez años encima, fue un antes y un después. Y lo logramos por haber realizado todo un camino previo que fue de aprendizaje. Además, fue una época donde otras bandas como Miranda!, La Mancha de Rolando, Guasones, Estelares y otras lograron alcanzar una instancia similar. Todos fuimos parte de una camada que no fue poco lo que realizó en aquel 2004, porque surgió algo fuerte que nos empujó a todos estos grupos a la masividad.

– Este trabajo, hijo de una época de transición del rock nacional, estuvo acompañado por otras expresiones. ¿No fue un resultado azaroso y tampoco forzado?
– Así es, coincidió mucho con la apuesta de la compañía. Hubo muchos factores también y aristas que confluyeron en este disco, pero también tuvimos una pieza fundamental en nuestro tablero de ajedrez. Para nosotros fue la dama, Pablo Guyot, que hizo que la partida fuera a nuestro favor. Tuvimos la mejor instancia creativa y compositiva; y así estas canciones como “Campanas en la noche”, “Silencio” o “Brujería”, se volvieron populares y tuvieron su eco en la sociedad.

– ¿Cómo forjaron esa relación especial con León Gieco y cómo él les dio el empujón necesario?
– Cuando hicimos nuestro primer disco en 1994, conocimos a Margarita Bruzzone (conocida manager del ambiente) y le llevamos el material, ella se lo pasó a León y nos convocó directamente para grabar en su sello (Cañada Discos), destinado a fomentar a grupos independientes del interior. Pasaron diez años, llegó “Armando Camaleón” y nuevamente se hizo lo posible que León estuviera, en la canción “Solo figura”, y no me di cuenta, pero cuando compuse el tema, era ideal para él. Finalmente León terminó grabando con nosotros de nuevo, desde entonces mantenemos una amistad muy linda, total y eterna. Seguimos trabajando juntos ya que el próximo 8 de octubre estaremos para el Día del Estudiante Solidario en el ciclo Conduciendo Conciencia.

– ¿Todas estas conexiones y experiencias moldearon lo que son ustedes hoy?
– Sí, por supuesto, y además, nos dio otros puntos de vista y pautas sobre qué cosas estás haciendo bien y qué estás haciendo mal, es como la vida misma. A mi hija, que tiene 9 años y sueña con ser cantante, toca el piano y baila, le digo que viva de lo que ama hacer. Preocupate por cantar muy bien, por tener la autoría de tus canciones y tomar el timón de tu vida. En nuestro caso es la música, pero esto se aplica a cualquiera, seas o no seas músico. No se puede estar enojado con el mundo si lo que hacés no te satisface. Por eso, en otras palabras, hay que romperse el cul…, amigo, para lograr lo que uno quiere. Pasa por la experiencia vivida, sí, y también por las convicciones.

– ¿Qué puertas abrió “Armando Camaleón”?
– Vino la posibilidad real de vivir de la música. Nuestra banda se convirtió en nuestra Pyme. Con el disco empezamos a girar y trabajar para nosotros. Con Fede y Raúl creamos hace 32 años nuestra fuente de subsistencia, que nos permite vivir y que nuestros hijos tengan lo que necesitan. Al principio, dejamos todo para vivir de nuestra música, nos cag… de hambre por supuesto, pero después logramos el gran objetivo. Pusimos toda la energía y no faltaron momentos de zozobra y nos replanteamos si estábamos horriblemente locos, pero seguimos adelante y aquí estamos. Este disco representa mucho. Incluso lo tengo en long play y lo pongo a escuchar en el tocadisco de mi papá, que un amigo me lo arregló y es un tesoro para mí, porque pudimos salir de nuestras fronteras, que a cualquier músico argentino le cuesta un montón. Hasta Charly, Spinetta y Cerati les costó, entonces todo eso significa.

– ¿Hoy qué sensaciones te generan estos hits, que dejaron de ser creaciones propias para estar en la mente de muchos?
– Que algo bueno hicimos para el mundo, para las generaciones futuras de este planeta. Con algo tan saludable como la música, que la gente lo cante, significa haber logrado mucho. ¿Qué más se puede pedir? Esto es la cultura. Crecimos con León Gieco y es el pilar de toda esta filosofía y que también sirva para los demás, para que ayudemos a quienes necesitan. Una canción puede darle mucho beneficio a alguien. No somos ricos, no tenemos limusina, pero con la música podemos llevar a los pibes al colegio, llevar una vida saludable, ponerles la comida en la mesa y ayudar a otros. Eso ya es un montón.

DATO
Los Tipitos. Sábado 1 de junio, a las 21 hs. Teatro Sarmiento. Entrada: Platea Baja A: $16.000; Platea Baja B: $14.000; Pullman: $12.000. Anticipadas en Hoffman, boletería y Entradaweb.