Apenas se vieron se fundieron en un afectuoso abrazo. Era la primera vez que se encontraban desde que se conocieron en 2019. Ahora, el director porteño Eduardo Spagnuolo volvió a San Juan para el estreno esta noche en Sala Z (21.30 hs, entrada libre y gratuita) de “Cinensangre” la comedia documental en la que registró la enorme tarea que realizó el sanjuanino Fabián Arévalo para filmar de manera amateur, y sin presupuesto, su versión sobre la vida de Martina Chapanay. El filme tienen un contrapunto friccionado donde el propio Spagnuolo actúa.
“El encuentro con Eduardo ha sido muy bueno para mí, hemos conversado mucho, hicimos detrás de cámara, compartimos muchas horas de campo, calor, viento zonda, muy buenos momentos acá. Me ha dado muchos consejos que he tomado. Tengo que decir que para mí es un director y una persona excelente” comentó Arévalo a DIARIO DE CUYO.
“Todo arrancó acá, en este lugar, la primera vez que lo vi a Fabián y toda su troupe” recordó Spagnuolo sentado en el estudio de Pepe de la Colina. Es que el realizador porteño había sido amigo del locutor y cineasta sanjuanino fallecido en 2022 y fue su nexo con el Arévalo, guante que recogió Sebastián de la Colina, interviniendo también como técnico en Cinensangre.
“Siempre me gustó la fotografía, también los paisajes y con un grupo de amigos iniciamos el proyecto de filmar la historia de Martina Chapanay, muy de a poco. Me conecté con Pepe de la Colina, le presenté la idea y algunas pruebas de imágenes con actores. Cuando murió Pepe quedé como una abeja sin su reina” recordó Arévalo. “Apareció Eduardo, que él se enteró de lo que yo hacía, se vino, me buscó. A él le interesó mucho la forma en que se estaba desarrollando acá, trabajando con gente que no son actores, lo que yo quería mostrar, mi sueño es terminar esta película hecha por gente de Zonda, gente que conoce la vida del campo, es gente común, no son actores, pero tienen un alma y unas ganas de contar una historia increíbles” relató Arévalo sobre su proyecto que comenzó hace más de 10 años y que antes de la pandemia ya tenía en pleno rodaje.
“Inicié mi propio taller para la creación de los uniformes del vestuario y comencé a elegir el paisaje. Fui a Media Agua, Los Berros, Cochagual, investigando. Más allá de las imágenes busqué contar bien la historia, me llevó un tiempo armar el guion” reconoció Arévalo que trabaja como técnico electromecánico en el municipio de Zonda.
“Fabián no vio la película porque yo no se la quise mostrar, quiero que la vea en pantalla grande y se vea de dos metros” dijo expectante Spagnuolo, que también aparecerá por primera vez en un filme, ya que él agregó al documental una parte ficcionada que protagoniza donde expone las presiones que atraviesa en director en la producción profesional, contrastando con la libertad creativa que sí tiene Arévalo, aunque no cuente con el presupuesto.
La proyección de hoy en Sala Z promete ser un verdadero acontecimiento, ya que entre el público también estará parte del equipo y protagonistas que filman con Arévalo, quien cuenta con apoyo del municipio.
“Yo digo que a la gente le gustaría ver mi historia terminada. Terminar la película, contar la historia, me daría mucho orgullo” concluyó Arévalo, para resumir qué es para él esta empresa en la que se embarcó con pasión y compromiso y que parte de ello quedó registrado bajo el ojo de otro apasionado del relato, Spagnuolo, que parece dispuesto a hacer realidad el deseo de su colega sanjuanino.